Desde la perspectiva de ser la entidad más antigua de Estados Unidos, BNY Mellon ofrece la cara y la cruz de un fondo que, poco a poco, ha ‘conquistado’ el mercado. Sasha Evers, director general de BNY Mellon Investment Management Iberia, señala que este tipo de fondos ha vivido un repunta al calor de los […]
Dirigentes Digital
| 29 oct 2015
Desde la perspectiva de ser la entidad más antigua de Estados Unidos, BNY Mellon ofrece la cara y la cruz de un fondo que, poco a poco, ha ‘conquistado’ el mercado. Sasha Evers, director general de BNY Mellon Investment Management Iberia, señala que este tipo de fondos ha vivido un repunta al calor de los vaivenes del mercados. Evers destaca que no hay ningún problema con esa volatilidad, pero que si eres un inversor sin ganas de afrontar ese tipo de situación buscan productos más afines.
Aquí es donde surge el fondo de Retorno Absoluto, "pensado para clientes que buscan protección para vaivenes así, que busca general rentabilidades positivas a plazos razonables (12 meses) y al final intenta suavizar (mes a mes) la pauta de rentabilidad".
¿Cuál es el papel de la Rentabilidad Absoluta?
Evers destaca que con los tipos de interés en cero y con el mercado de renta fija con rentabilidades históricas muy bajas, los inversores buscan nuevos escenario. Además, la posibilidad de una subida de tipos en Estados Unidos hace que la baja rentabilidad del bono norteamericano hace que exista cierto riesgo de duración. Estos factores, unidos a que las dos opciones de la renta fija (riesgo de crédito y riesgo de duración) tampoco ofrecen rentabilidades interesantes, han favorecido el crecimiento de los fondos de Retorno Absoluto.
Este tipo de fondos "no son una solución mágica", apunta Evers, si no que "son herramientas que me permiten diversificar mi cartera". El experto también destaca que, aunque este tipo de fondos no están exentos de riesgos, sí que evitan cierto tipos de riesgo. Aún así, desde BNY Mellon destacan que uno de los principales riesgos es la habilidad del equipo de gestión, aunque sí permiten incrementar la rentabilidad de la cartera.
Pros y contras
Uno de los principales problemas que enfrenta este tipo de fondos se da a la hora de explicarlos a clientes subyacentes ya que suelen utilizar de forma más intensiva derivados, explica Evers. En cambio, el producto gestionado por un profesional ofrece múltiples ventajas que aportan algo diferentes a las carteras.
Estos fondos suelen tener activos descorrelacionados y un benchmark no tan tradicional, vinculado al ‘cash’, destacan desde BNY Mellon. Por lo tanto, la forma de gestionarlos es muy diferente. También ofrecen mucha variedad al tener varios objetivos muy variados.
Por lo tanto, utilizan más derivados, acciones, divisas, … es decir, utiliza una estrategia muy diversificada. Aún así, la entidad no aconseja tener más de un 10 o un 20% en la cartera.
Retorno Absoluto vs Hedge Funds y Total Return
Uno de los aspectos que diferencia a un fondo de Rentabildad Absoluto (RA) de los de otro tipo es el plazo de inversión. Los inversores, que normalmente buscan acortar el plazo, recurren al RA frente a la renta variable, por ejemplo. Por otra parte, también hay que distinguir muy bien el RA del Total Return. Para Evers, la gran diferencia entre estos dos tipos de fondos es que RA busca generar rentabilidad en la parte larga y la parte corta y suele ser más intensivo al usar derivados. En cambio, el Total Return suele tener más tolerancia a bajadas.
En relación a las diferencias con los Hedge Funds (HF) es que el RA es mucho más transparente y ofrece liquidez diarias. El RA tampoco puede pedir prestado para comprar a corto, en contraposición de los HF (que además cobran más comisión). Pero antes de lanzarse a por fondos de Retorno Absoluto, debe barajar las diferentes opciones y preguntar a su gestor.
Para muestra, un botón
En el caso del fondo de BNY Mellon se caracteriza por ser un fondo multiestrategia ya que invierte en varios fondos de Retorno Absoluto. "Es un fondo de fondos, aunque estructurado con posiciones subyacentes". Su ventaja es estar invertido en cinco estrategias poco correlacionadas con las que diversificas el riesgo.