La deuda financiera es un componente esencial de cualquier asignación de bonos diversificada. Esta clase de activos, que está menos correlacionada a la renta variable bancaria desde el referéndum del Brexit, cuenta con unas perspectivas atractivas, dado que los principales factores de riesgo que causaron volatilidad a principios de 2016 se han estabilizado. Las autoridades […]
Dirigentes Digital
| 23 sep 2016
La deuda financiera es un componente esencial de cualquier asignación de bonos diversificada. Esta clase de activos, que está menos correlacionada a la renta variable bancaria desde el referéndum del Brexit, cuenta con unas perspectivas atractivas, dado que los principales factores de riesgo que causaron volatilidad a principios de 2016 se han estabilizado.
Las autoridades regulatorias han reducido la presión sobre los emisores al adoptar un enfoque pragmático, que suspende nuevos proyectos regulatorios e introduce cambios técnicos para dotar a los tenedores de deuda subordinada de mejor visibilidad en el pago de cupones. Por otro lado, el empeño del BCE en una política monetaria acomodaticia se está canalizando a través de las Operaciones de Refinanciación a Largo Plazo (LTRO, por sus siglas en inglés) con condiciones con un menor coste para los bancos europeos. Por último, los resultados de la primera mitad de 2016 mostraron que los bancos fueron capaces de defender la rentabilidad en el entorno deflacionario actual al tiempo que continuaron reforzando sus ratios de solvencia.
Con unos tipos de interés tan bajos e inversores en busca de rendimientos, la deuda subordinada es capaz de generar rendimientos particularmente atractivos. El segmento se beneficia de la introducción de nuevas regulaciones para bancos y compañías aseguradoras. Las compañías emisoras siguen mejorando el tamaño y la calidad de sus estructuras de capital para cumplir con los recientes requisitos regulatorios. Esto les ha llevo a emitir nuevos instrumentos cuasi-renta variable para sustituir a los anteriores a través de, por ejemplo, amortizaciones antes del vencimiento. Estas reformas han ayudado a los bancos y a las compañías aseguradoras a mejorar sus bases de capital, su solvencia y su liquidez. Después del agitado inicio de 2016, los CoCos están infravalorados y también ofrecen atractivas oportunidades de inversión.
Dadas las particularidades de los bonos financieros, resulta necesario que los inversores sean selectivos y diversifiquen. Por ello, creemos que es fundamental optar por un enfoque activo y oportunístico que invierta en todos los niveles de la estructura de capital de las instituciones financieras.
Julien de Saussure, gestor del fondo EdR Signatures Financial Bond en Edmond de Rothschild AM.