Deutsche Bank anunciaba este fin de semana la que será su cuarta ampliación de capital en los últimos seis años. Esta vez por importe de 8.000 millones de euros, mediante la emisión de 687,5 millones de acciones, cuya suscripción se espera que comience el próximo 6 de abril. Pero sus medidas para mejorar la ‘salud’ […]
Dirigentes Digital
| 06 mar 2017
Deutsche Bank anunciaba este fin de semana la que será su cuarta ampliación de capital en los últimos seis años. Esta vez por importe de 8.000 millones de euros, mediante la emisión de 687,5 millones de acciones, cuya suscripción se espera que comience el próximo 6 de abril. Pero sus medidas para mejorar la ‘salud’ de su balance van más allá, pues la entidad espera también sacar a Bolsa una participación minoritaria de su negocio de gestión de activos en los próximos 24 meses. Operación con la que “debería ganar mayor independencia operativa y mejorar su posicionamiento para el crecimiento futuro”. Deutsche Bank renuncia, por otra parte, a la venta de Postbank, que se integrará con el actual negocio de banca privada y minorista germano del banco. Al mismo tiempo, prevé reconfigurar el negocio de mercados globales, finanzas corporativas y banca de transacción en una sola división: banca corporativa y de inversión (CIB por sus siglas en inglés). Con estas medidas, Deutsche Bank espera alcanzar un ratio de capital CET1 del 14,1% y un ratio de apalancamiento cercano al 4,1%. Es más, prevé reforzar su balance con 2.000 millones más con las salida a Bolsa de Deutsche AM y la venta de ciertos activos. Así, sus nuevos objetivos en ambas partidas son: mantenerse cómodamente sobre el 13% y mantener el 4,5%, respectivamente. Pronostica, por otro lado, unos costes anuales de 22.000 millones de euros par 2018, que se reducirán a 21.000 millones para 2018, frente a los 24.100 millones de 2016. La entidad calcula que los gastos por la reestructuración e indemnizaciones por despido alcancen los 2.000 millones, que se repartirán en su mayoría entre 2017 y 2019. Finalmente, Deutsche Bank deja claro que “tiene la intención de proponer, al menos, un dividendo mínimo de 0,11 euros por acción este ejercicio y se marca como meta un payout competitivo para el año fiscal 2018 y siguientes”. Su consejero delegado (CEO), John Cryan, destaca que estas decisiones “son un paso importante hacia la creación de una entidad más simple, más fuerte y en crecimiento. La ampliación de capital reforzará sustancialmente nuestra fortaleza financiera. La nueva estructura en tres pilares (banca privada y comercial, asset management y banca corporativa y de inversión) nos posicionará además para una mejora significativa tanto de ingresos como de beneficios”.