Desconfianza extrema hacia China, sangría "sin fin" en el petróleo, temor a una recesión en Estados Unidos… los disparadores que han desatado la reciente ráfaga de ventas son múltiples y de muy diversa naturaleza y, al mismo tiempo, generan opiniones dispares entre gestores e inversores. De los que hablan de sobrerreacción, a los que sienten […]
Dirigentes Digital
| 26 ene 2016
Desconfianza extrema hacia China, sangría "sin fin" en el petróleo, temor a una recesión en Estados Unidos… los disparadores que han desatado la reciente ráfaga de ventas son múltiples y de muy diversa naturaleza y, al mismo tiempo, generan opiniones dispares entre gestores e inversores. De los que hablan de sobrerreacción, a los que sienten el aliento de la anterior crisis en la nuca y se preparan para lo peor…
Bank of America Merrill Lynch, por su parte, lo tiene claro "las causas reales de la última oleada de pérdidas permanecen sin resolver" y mientras tanto podemos esperar que "se manifiesten en cualquier momento". Por tanto, creen que nos encontramos ante un mercado en el que "los inversores deben vender los rallys".
Concretamente, en lo que respecta al mercado de divisas creen que en lugar de hacer trading risk on vs. risk off, o tratar de predecir los cambios en el apetito por el riesgo global, "preferimos centrarnos en el valor relativo dentro de cada grupo de monedas". Así, en las seguras, "nos gusta el yen y la corona sueca frente al euro y el franco suizo", mientras que en las de "riesgo", prefieren "dólar australiano frente al neozelandés" y las asiáticas.
"Esta es nuestra estrategia durante al menos la primera mitad de este año, o hasta que la divergencia política monetaria se convierta en un catalizador clavo. Esto requerirá que el BCE flexibilice más y que la Fed suba de nuevo los tipos, tras lo cual se esperaría una mayor debilidad del euro/dólar. Aún somos vendedores de francos suizos y coronas noruegas, pues nos posicionamos para una mayor corrección del crudo", detallan estos analistas.
Por su parte, Capital Economics reconoce que la reciente recuperación de euro y yen frente al dólar ha dejado sus previsiones anteriores "fuera de alcance". Si bien, matiza, que siguen esperando que la autoridad monetaria estadounidense sea más "dura" de lo que espera el mercado, que la reversión de los flujos hacia "refugios seguros" socave al yen (y en menor medida al euro) y que la libra se mantenga a la defensiva hasta que se decida la situación de Reino Unido en la Unión Europea (UE).
Así, espera que a finales de año el euro alcance la paridad con el dólar (frente al cruce de 0,95 dólares anteriores), que la libra se cruce en los 1,30 dólares (desde los 1,40 previos) y el yen en los 130 (desde los 140 anteriores).