La tasa de paro de la Zona Euro ‘cayó’ en enero hasta el 10,3%, desde el 10,4% previo. Se trata del dato más bajo desde agosto de 2011, pero la brecha interna de la región de la moneda única en lo que a desempleo se refiere es enorme: del 4,3% de Alemania (el menor nivel) […]
Dirigentes Digital
| 04 mar 2016
La tasa de paro de la Zona Euro ‘cayó’ en enero hasta el 10,3%, desde el 10,4% previo. Se trata del dato más bajo desde agosto de 2011, pero la brecha interna de la región de la moneda única en lo que a desempleo se refiere es enorme: del 4,3% de Alemania (el menor nivel) al 24,6% de Grecia o el 20,5% de España (‘líderes’ del ranking).
Desde el máximo de septiembre de 2013 (12,2%) se ha avanzando, sin embargo, sigue por encima del promedio del 8,8% previo a la crisis (1999-2007), recuerda Jack Allen, de Capital Economics.
Mientras tanto, en Estados Unidos el paro cerró febrero en el 4,9% y la economía fue capaz de crear 242.000 puestos de trabajo, frente a los 151.000 de enero, con una caída mensual del salario medio por hora trabajada del 0,1% (2,2% anual).
El dato de empleo privado ADP (214.000) lleva a la firma a señalar que "las turbulencias en los mercados financieros, que recientemente han comenzado a desvanecerse, no impidió las contrataciones el mes pasado". Los riesgos para su previsión de 180.000 nuevos puestos de trabajo para el dato oficial, por tanto, son al alza. Barclays y Citi, por su parte, superan ambas estimaciones y apuntan a 200.000 nuevos empleos.
Mientras tanto, Bank of America Merrill Lynch se centra en la oferta de empleo tanto en la Zona Euro, como en Estados Unidos, y adelanta que, en el segundo caso, probablemente se mantenga claramente por debajo del ritmo anterior a 2008; y, en el primero, hay riesgo de una caída importante.
"Inmediatamente después de la Gran Recesión, el debate en torno a la política económica se centró en cómo volver a empezar el ciclo, con relativamente pocas ganas de debatir sobre el potencial del crecimiento. Esto, ha cambiado en los últimos años, ante la comprensión de que la ‘Nueva normalidad’, incluso tras años de estímulos extraordinarios, y tras toda la austeridad fiscal, es decepcionante", explican.
Al otro lado del Atlántico, bajo el paraguas de Larry Summers, Paul Krugman o Robert Gordon, las discusiones se han centrado en la baja productividad y la falta de inversión (sobre todo en infraestructuras). En Europa, ésta última es el punto de partida, junto con la rigidez de los mercados laborales que dificultan la actividad económica.
En Estados Unidos, señalan, "es poco realista esperar el regreso de las tasas de actividad anteriores a la crisis, e igualmente difícil pensar que la tasa natural de desempleo se reducirá más rápidamente. La oferta de trabajo se mantendrá claramente por debajo del ritmo previo a 2008, en nuestra opinión. En Europa, hasta ahora el deterioro de las condiciones demográficas ha sido compensado por el aumento en la tasa de participación, pero creemos que se ha alcanzado un límite". Por eso, concluyen, "las reformas estructurales son claves", pero incluso en el mejor de los supuestos en este sentido, "la desaceleración de la oferta laboral seguirá siendo significativa". El Viejo Continente, "necesita mayores estímulos para trabajar con el slack".