La filial mexicana de la constructora publica los resultados del primer trimestre del año con beneficios sin aplicar los criterios contables de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), por la que fue fuertemente sancionada. En los documentos aportados a la CNMV mexicana reconoce que tuvo pérdidas cercanas a 8 millones de euros frente al beneficio de 100.000 euros.
La constructora no termina de dar carpetazo al escándalo de presunta corrupción en México. Una de las derivadas fue el enfrentamiento que tuvo con la CNMV mexicana que acusaba a la filial mexicana de manipulación contable y que terminó con una sanción de 3,6 millones de euros, aunque indicó que no se había producido ni fraude ni dolo, tan solo un error en la aplicación contable.
Tras la sanción, la compañía ha mantenido su criterio contable en la publicación de los primeros resultados del año, registrando 2.145,3 millones de pesos mexicanos (unos 100.000 euros) que supone un incremento del 35% respecto al mismo periodo en 2015, tal como publica en su página web.
Pero en el depósito de cuentas de la CNBV, los resultados de la compañía incluyen una nota sobre los estados financieros consolidados de la filiales en la que reformula las cuentas bajo el criterio del regulador mexicano, que generan diferencias en los activos contables de 3 millones de euros.
La discrepancia surge a la hora de calcular la
rentabilidad garantizada de las concesiones del
Viaducto Bicentenario y Circuito Mexiquense, en la que está encargada de medir el tráfico Infraiber. Fuentes de OHL han indicado a DIRIGENTES que la filial cumple con los requisitos de la CNBV al registrar "la rentabilidad garantizada como activo financiero, incluyendo los mismos una nota con fines informativos en la que se explique cómo quedarían los mismos si se efectuase el registro de la rentabilidad garantizada como activo intangible".
Para la constructora la rentabilidad garantizada no influye en los flujos de caja generados por las cuotas de peaje. Pero desde Infraiber denuncian que está obligada a cambiar su modelo contable para no engañar a los inversores. Las mismas fuentes de OHL aseguran que están trabajando para encontrar una fórmula que "se ajuste al criterio de la CNBV buscando una interpretación que sea conforme a la CINIIF 12", aunque señalan que es contrario a la interpretación que comparten las cuatro auditoras más grandes del mundo y de los propios organismos españoles.