Durante el primer Congreso Anual de ASEAFI (Asociación Española de Empresas de Asesoramiento Financiero), Carlos García Ciriza, presidente de ASEAFI, aseguró que "MiFID II no será la muerte para las Eafis, sino una oportunidad que hay que aprovechar". Para Ciriza, "las Eafis son empresas que pelean contra gigantes en el asesoramiento financiero", reclamando que sean […]
Dirigentes Digital
| 13 abr 2016
Durante el primer Congreso Anual de ASEAFI (Asociación Española de Empresas de Asesoramiento Financiero), Carlos García Ciriza, presidente de ASEAFI, aseguró que "MiFID II no será la muerte para las Eafis, sino una oportunidad que hay que aprovechar". Para Ciriza, "las Eafis son empresas que pelean contra gigantes en el asesoramiento financiero", reclamando que sean tenidas más en cuenta que la gran banca al hablar de este servicio, ya que ellas asesoran, pero no comercializan. "Nos gustaría que las entidades financieras nos traten de tú a tú", reivindicó.
La Directiva es sin duda uno de los principales retos a los que se enfrenta el sector financiero, con la necesidad ‘catalogar’ su servicio como independiente o no independiente, dependiendo de si se cobran o no retrocesiones y de la capacidad de evaluar un número suficientemente amplio de productos de terceros. Para Gloria Hernández Aler, Partner Financial Regulation de Deloitte, "el hecho de declarar un modelo no independiente no significa que ese modelo sea malo. Simplemente hay que explicar al cliente si se cobra o no retrocesión y por qué se ofrece o no una gama de productos reducida, pero eso no significa un mal servicio".
Respecto a la posibilidad de que la misma firma ofrezca los dos tipos de asesoramiento, los expertos consideran que no será algo habitual tras la implantación de la Directiva. "Para hacerlo, la norma exige que la entidad tenga profesionales distintos para ofrecer los dos tipos de negocio", indica Hernández. "Es complicado que en el mundo Eafi , e incluso en el sector bancario, convivan los dos tipos por temas de recursos. Pero el asesoramiento no independiente puede ser mejor que el independiente", explica Enrique Fernández Albarracín, socio de Ernst & Young. A su juicio, lo fundamental será "explicar bien al cliente cada servicio para que no haya un efecto distorsionado, y la industria y el supervisor deben colaborar para definir esos matices".
Hacia una mayor especialización
Para el experto, MiFID II obligará al sector a una mayor especialización del servicio en todo el sector financiero. "La mayor carga regulatoria obliga a invertir más recursos", insiste Albarracín, recordando cómo en Reino Unido la llegada de la RDR (Retail Distribution Review) ha provocado que "los bancos que pivotan su modelo en una contratación en masa, han absorbido una actividad más de custodia, ejecución, etc., mientras que las Eafis se han convertido en la referencia del asesoramiento". En España, este colectivo asesora ya 25.322 millones de euros, un 20% más que en 2014.
A juicio del experto, "no todos los clientes son aptos desde el punto de vista de negocio para recibir ese servicio independiente, con un nivel de reporting fortísimo". Y aquí la segmentación por patrimonio será clave en el futuro más inmediato. "Ya se están generando modelos de negocio muy interesantes, con bancos que delegan el servicio de asesoramiento a Eafis".
De hecho, según explica Antonio Moreno Espejo, director de autorización y registro de entidades de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), de los 92 fondos que cuentan con un asesor en el mercado nacional, 60 utilizan Eafis para este servicio. En el segento de Sicavs, 213 tienen asesor, y 143 son empresas de asesoramiento financiero.
En este sentido, Hernández Aler advierte del riesgo de que el segmento de clientes de menor patrimonio quede ‘expulsado’ del servicio de asesoramiento de la banca tradicional, al no resultar tan rentables. "Para todos ellos, en Reino Unido se tendió a los nuevos canales: Eafis que se tuvieron que concentrar para ganar músculo y plataformas de asesoramiento digital, observándose una migración hacia el do it yourself", explica la experta.
El futuro con MiFID II
Para Albarracín, el retraso de MiFID II, prevista ahora para enero de 2018, "provoca que se deje de confiar en la técnica legislativa". A su juicio, y frente a quien acusa al lobby bancario de presionar a los reguladores, "la demora se fundamenta sobre todo en las dificultades de implementación tecnológica de infraestructura de mercados".
Sin embargo, sí reconoce que este retraso viene bien a la gran banca que comercializa fondos de inversión, pues alarga el tiempo hasta que se dejen de cobrar incentivos. "De todas formas, y en un entorno de avalancha regulatoria, MiFID II está en la última carpeta de los consejeros delegados de la banca", advierte, "y eso es algo muy negativo".
La superregulación a la que se enfrenta la industria financiera también obliga al sector a un esfuerzo tecnológico mayor. Y todo parece indicar que las Eafis van un paso por delante de los bancos en este sentido. "Es un camino sin retorno, desde un punto de vista de control interno y también comercial", aseguan. Albarracín advierte que "las Eafis que no apuesten por incorporar la tecnología en el análisis, la segmentación y el reporting como valor añadido, no sobrevivirán".