"Todo lo que hace falta para reactivar la epidemia es un único caso. Cualquier complacencia ahora podría poner en peligro los avances logrados. Todavía hoy, nos encontramos con casos en Guinea y Sierra Leona que surgen de cadenas de transmisión desconocidas", asegura Joan Tubau, director general de MSF. Y es que, según la ONG, "el […]
Dirigentes Digital
| 23 mar 2015
"Todo lo que hace falta para reactivar la epidemia es un único caso. Cualquier complacencia ahora podría poner en peligro los avances logrados. Todavía hoy, nos encontramos con casos en Guinea y Sierra Leona que surgen de cadenas de transmisión desconocidas", asegura Joan Tubau, director general de MSF.
Y es que, según la ONG, "el número de nuevos casos sigue siendo preocupante en Guinea y Sierra Leona". De hecho, durante la primera semana de marzo se registraron 132 nuevos casos confirmados en estos dos países, lo que supone un incremento respecto a la semana anterior del 46% y el 28%, respectivamente. Al menos, Liberia, no registró ningún caso confirmado en los últimos siete días.
Por ello, Médicos Sin Fronteras (MSF) sigue alerta ante la situación y solicita "no bajar la guardia" y aprovechar la oportunidad que supone la bajada de casos de ébola para "identificar las cadenas de contagio y hacer frente a los nuevos brotes con mayor anticipación".
Sin acceso a tratamiento
Aún hoy, en Sierra Leona el 16% de los fallecimientos a causa del virus habrían sucedido en el hogar. Para MSF, estos datos indican que muchos enfermos siguen sin tener la capacidad para buscar tratamiento o son reacios a ello.
"Una de las claves está en localizar los casos rápidamente y realizar un seguimiento médico a quienes han estado en estrecho contacto con pacientes infectados antes de que también enfermen y puedan transmitir el virus. En algunas aldeas, la reticencia de la comunidad sigue siendo fuerte y aún se celebran funerales en secreto. En la última semana se tiene conocimiento al menos de 32 funerales inseguros en Guinea y Sierra Leona", afirma Teresa Sancristóval, responsable de la Unidad de Emergencias de MSF.
Impacto económico
Pero el virus no sólo ha golpeado el continente africano en forma de muertes. El impacto del ébola "se extiende más allá de quienes padecen la enfermedad y de las fronteras de los países más afectados, Sierra Leona, Liberia y Guinea", según afirma la ONU a través de un informe.
Este estudio, elaborado por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), subraya "que el estigma, la aversión al riesgo y el cierre de las fronteras han causado un daño considerable, que afecta a las economías y comunidades en muchos países de la subregión.
En concreto, alerta que África Occidental en su conjunto podría perder un promedio de 3.600 millones de dólares por año, entre 2014 y 2017, así como ingresos por comercio en medio del cierre de fronteras, cancelaciones de vuelos y la reducción de la inversión directa y el turismo extranjero. También se espera que los ingresos per cápita de los residentes de la región caigan 18 dólares por año entre 2015 y 2017.
¿Quién financia la lucha contra el ébola?
La falta de compromiso por parte de muchos países han sido uno de los múltiples obstáculos que han impedido una respuesta más contundente en el combate contra la enfermedad. En el primer momento, Estados Unidos fue el país más "generoso" aportando 750 millones de dólares.
En cambio, el papel del Gobierno español ha sido mucho más "discreto". Según MSF, la aportación del Ejecutivo ha sido de 9,5 millones de euros, sólo el 0,4% de la cantidad requerida para frenar el virus. El director general de MSF también recuerda que España no quiso enviar ni expertos civiles ni militares y tampoco permitió utilizar Las Palmas como centro logístico de cara a África Occidental. En cambio, a nivel particular, los españoles donaron 3,5 millones de euros.