La mayoría de los americanos tiene deudas, según el informe "Mind the Inequality Gap" de Morgan Stanley, especialmente los peldaños inferiores de la sociedad que cada vez obtienen menos ingresos mensuales. Las familias ricas han sido capaces de pagar la mayor parte de su deuda en los últimos años, pero las familias de clase media […]
Dirigentes Digital
| 18 feb 2016
La mayoría de los americanos tiene deudas, según el informe "Mind the Inequality Gap" de Morgan Stanley, especialmente los peldaños inferiores de la sociedad que cada vez obtienen menos ingresos mensuales. Las familias ricas han sido capaces de pagar la mayor parte de su deuda en los últimos años, pero las familias de clase media y las más pobres no han podido hacerlo. Es por ello que Morgan Stanley habla de "erosión" entre clases.
"Hay demasiadas personas que tienen altas cargas de deuda", dicen. Entre ellos los que cobran el salario mínimo federal que es de 7,25 dólares por hora. Los sueldos están estancados entre los trabajos menos cualificados y es más difícil ahorrar para pagar las deudas. "Ante el estancamiento de los sueldos, la deuda alta y el aumento de los costos, la clase media se está erosionado", dice el estudio de Morgan Stanley. Las clases media y baja entraron en la gran recesión con una enorme cantidad de deuda y no han sido capaces de hacerla disminuir desde entonces. El salario mínimo no es suficiente para hacer que muchos salgan del estado de pobreza en que se encuentran. En 2014, el nivel oficial de pobreza para una familia de 4 personas se situaba por debajo de los 24.008 dólares anuales. Y, actualmente, aproximadamente 1 de cada 5 familias estadounidenses tiene unos ingresos anuales de 41.200 dólares o menos, lo que se traduce en más del 40% de la carga de deuda-ingreso.
Por su parte la clase alta estadounidense ha estado ahorrando más desde la recesión y ha podido pagar sus deudas, de hecho las ha reducido a la mitad. Es por ello que los datos sobre la media de la deuda global del país (que dice que ha ido disminuyendo en los últimos años) se trata de una estadística que oculta la continua lucha de las clases media y pobre.
El hambre en Estados Unidos
Según un estudio publicado por Alisha Coleman Jensen, analista de la Subdirección de Asistencia Alimentaria estadounidense, en 2014, el 14% de los hogares en el país (17,5 millones de familias) se encontraban en una situación de "inseguridad alimentaria" o lo que es lo mismo, no todos los días tenían algo para comer. "Seis años después del inicio de la crisis financiera y económica, el hambre sigue siendo alta en Estados Unidos", dice el informe del gobierno, que continúa explicando que "este alto nivel de hambre disminuyó algo en 2013".
En 2014, había 46,7 millones de personas en la pobreza, la cifra más alta en los 52 años que se ha realizado este tipo de estadísticas. Según la oficina del censo estadounidense 19,9 millones de personas están en situación de extrema pobreza, es decir, viven con alrededor de 10.000 dólares al año (ellos representan el 6,6% de todos los estadounidenses).
Los más afectados son los niños y los ancianos. En ese mismo año el porcentaje de niños en situación de pobreza era del 18,3% del total de pobres en el país. El 9,4% de los hogares con niños tuvieron problemas para dar a los más pequeños de la casa una adecuada y nutritiva alimentación.
Mientras que en el caso de las personas mayores de 65 años, la cifra se situaba en el 14,8% del total de la población en situación de pobreza.
Las tasas de inseguridad alimentaria eran sustancialmente más altas para los hogares con ingresos cercanos o por debajo del nivel de pobreza federal en los que había niños, mujeres solteras, hispanos o negros. De hecho, la cifra más alta de pobreza está entre la población negra que en 2014 era del 26,2%, seguidos por los hispanos con el 23,6% y los asiáticos con el 12%. Los blancos no hispanos alcanzaban una cifra del 10,1% de pobreza en el país.
Existen algunos programas gubernamentales que intentan hacer frente a esta terrible situación. Entre ellos el Programa de Asistencia de Nutrición Suplementaria (SNAP) o lo que es lo mismo de Cupones para Alimentos. El SNAP es el programa de lucha contra el hambre más importante de Estados Unidos. En 2014 el gobierno destinó 76 millones de dólares a esta causa, que ayudaron a 46 millones de estadounidenses con bajos ingresos para proporcionarles una alimentación adecuada. El 70% de todos los participantes de cupones de alimentos son familias con niños y más de una cuarta parte de los participantes son personas mayores o con alguna discapacidad. La ayuda se traduce en una media de 125 dólares al mes (o lo que es lo mismo, aproximadamente 4,17 dólares al día).
Otro de los programas más importantes de ayuda es el Programa Nacional de Almuerzos Escolares que está abierto a todos los niños matriculados. Durante el año escolar 2012/2013 unos 30,7 millones de niños de más de 98,433 escuelas e instituciones residenciales de atención infantil participaron en este programa. El ingreso mensual del hogar determina si un niño es elegible para recibir comidas gratis o a precio reducido. Los estudios demuestran que una nutrición adecuada mejora el comportamiento de un niño, su rendimiento escolar y su desarrollo cognitivo general.
También destaca el Programa Especial de Nutrición Suplementaria para Mujeres, Infantes y Niños (WIC) que proporciona alimentos nutritivos, educación nutricional y otros servicios sociales a las embarazadas con bajos ingresos y a las mujeres con bebés y niños de hasta 5 años de edad que están en riesgo de desnutrición. Los receptores del WIC reciben vales para la compra de alimentos nutritivos cada mes, incluyendo cereales para bebés, fruta, verduras, huevos, leche o queso, entre otros. En 2014 hubo 6,4 millones de beneficiarios del WIC, un programa al que se destinan unos 7.000 millones de dólares al año.