Según un informe que la empresa de marketing Cardlytics ha elaborado para la cadena americana CNBC, la comida rápida y el comercio online son los principales destinos del dinero que los estadounidenses se están ahorrando en gasolina. Si nos metemos en detalle, el documento señala que, aunque el consumo en combustible ha aumentado un 6% […]
Dirigentes Digital
| 29 ene 2015
Según un informe que la empresa de marketing Cardlytics ha elaborado para la cadena americana CNBC, la comida rápida y el comercio online son los principales destinos del dinero que los estadounidenses se están ahorrando en gasolina. Si nos metemos en detalle, el documento señala que, aunque el consumo en combustible ha aumentado un 6% de media, hay un ahorro de 18$ mensuales por persona. Un ahorro que pasa poco tiempo en los bolsillos, y no solo eso, sino que va acompañado de un gasto mayor. El gasto ha aumentado un 2,3%, con un significativo aumento del 5,3% en las categorías de ventas minoristas y restauración, especialmente comida rápida. Otras partidas en donde se ha visto incrementado el gasto son casa, jardinería, salud o belleza.
La principal conclusión de este informe es que la bajada de los precios del petróleo, unida a una mejor situación económica, está aumentando la confianza del consumidor y su potencial tendencia al consumo, especialmente en la sociedad americana donde este apartado es el principal motor del PIB.
Los coches, un sector especialmente beneficiado
Después de alcanzar su momento más bajo en julio de 2009, la cifra de compras mensuales ha alcanzado niveles que no se veían desde que la recesión golpeó la economía en 2007. Se trata del sexto año consecutivo de subidas que tiene un poco despistados a veteranos del sector quienes no han visto un crecimiento continuo que dure tanto tiempo, por lo que ya hay quien se está preguntando, ¿hasta cuando? A esta entusiasta compra de coches contribuye no solo el bajo precio del combustible, sino la combinación de una flota de coches que busca ser reemplazada con unos tipos de interés muy bajos que fomentan el crédito.
La mejora de los datos de empleo también ha impulsado el espíritu optimista del consumidor americano que se ha lanzado a comprar más automóviles. De hecho la confianza del consumidor, en su nivel más alto desde 2004, es uno de los indicadores más fiables a la hora de saber qué va a pasar con las ventas de coches: si sube la confianza, aumentan las compras. En este contexto, los bajos precios de la gasolina no hacen sino animar más la fiesta. Al menos, de momento.
Esta senda de crecimiento en el mercado del automóvil puede encontrar algunos obstáculos en el camino como son un dólar más fuerte y la subida de tipos de interés anunciada por la Reserva Federal para este año. El desempleo juvenil, el desarrollo del transporte público en algunas ciudades, la llegada de una nueva oleada de coches de segunda mano (con tres o cuatro años) y el aumento del comercio electrónico, son otros factores que pueden contribuir a que los coches no terminen de salir de los salones de venta, a pesar de ello, el mercado confía en un crecimiento que vaya acorde con el aumento del PIB estadounidense. Se espera que las ventas de coches este año superen los 17 millones de vehículos por primera vez desde el año 2001. En 2014, las ventas fueron de 16,52 millones de vehículos.