El 17 de diciembre de 2014, Estados Unidos y Cuba abrieron las puertas a la normalización de la relación diplomática entre ambas naciones. Poco a poco, los dos países han ido dando pasos como la reapertura de embajadas el pasado mes de agosto. Después de 50 años, la bandera de Estados Unidos volvía a estar […]
Dirigentes Digital
| 18 sep 2015
El 17 de diciembre de 2014, Estados Unidos y Cuba abrieron las puertas a la normalización de la relación diplomática entre ambas naciones. Poco a poco, los dos países han ido dando pasos como la reapertura de embajadas el pasado mes de agosto. Después de 50 años, la bandera de Estados Unidos volvía a estar en la fachada de la Embajada del país en Cuba. El Secretario de Estado estadounidense, John Kerry, señaló durante la ceremonia que era "un momento verdaderamente histórico para poner a un lado las viejas barreras y explorar nuevas posibilidades".
Ahora, además, el Gobierno de Barack Obama prepara una serie de normas para para aliviar las restricciones a las compañías estadounidense y que puedan abrir oficinas en la isla. Además, las firmas podrían incluso realizar inversiones conjuntas junto a empresas de la isla como el monopolio de telecomunicaciones Etecsa, tal y como destaca Reuters.
Éstos no son los únicos gestos entre ambas naciones. Cuba y Estados Unidos firmaron hace unas semanas el primer acuerdo acuerdo bancario tras 54 años. En concreto, el Banco Stonegate de Florida y el Banco Internacional de Comercio de Cuba anunciaron que, a partir de ahora, se facilitarán las operaciones financieras entre empresas y ciudadanos de ambos países.
Un buen pastel a repartir
Y es que, Cuba ofrece un sin fin de posibilidades económicas. El fin del embargo supondría 1.000 millones de dólares al año para Estados Unidos en exportaciones, el 25% de las importaciones cubanas. Sin embargo, los riesgos relacionados con la divisa y la financiación en la isla aún persistirían durante un tiempo.
La compañía de seguros de crédito Solunion, a través del último estudio de su accionista Euler Hermes sobre el futuro de Cuba una vez finalizado el embargo, ha estimado que Estados Unidos se convertiría en el principal beneficiario gracias al aumento de las exportaciones a la isla. Estas exportaciones podrían alcanzar los 1.000 millones de dólares al año, aumentando hasta los 6.000 millones de dólares en 2020, un 25% del total de las importaciones cubanas (actualmente un 3%).
Según este informe, los socios comerciales tradicionales de Cuba también se beneficiarán de la situación. China incrementaría en 360 millones de dólares al año sus exportaciones, España en 200, Brasil en 120 y Francia en 100 millones. Se espera, en cambio, que Venezuela, uno de los principales socios comerciales actuales, sea el país más afectado.