Las dos potencias tienen objetivos distintos en Siria. Mientras Moscú apuntala el régimen de Bashar Al Asad y presiona para que forme parte de la solución en el conflicto. Washington busca reducir la presencia del Estado Islámico en el país y hace tiempo que ve al presidente del país como un problema.
La tensión entre los dos países ha subido de nivel con la autorización del Kremlin de enviar tropas a Siria y apoyar al régimen de Damasco con bombardeos aéreos. Estados Unidos acusa a Moscú de atacar a posiciones de la oposición política y militar de Asad y no a yihadistas.
Ante el inminente enfrentamiento de los dos bloques en territorio sirio,Estados Unidos y Rusia acordaron mantener cuanto antes conversaciones entre mandos militares sobre los bombardeos que ambos países están efectuando.
El acuerdo tiene como objetivo "evitar incidentes indeseados", explicó Lavrov en declaraciones a los periodistas junto a su homólogo estadounidense.
Kerry no ocultó la preocupación sobre los objetivos de la intervención rusa en Siria y advirtió que el diálogo que se va a mantener es para la coordinación de movimiento bélicos para reducir el riesgo de colisión entre aviones de las dos partes.
En el plano político, Kerry y Lavrov indicaron haber acordado "algunos pasos" que pueden ser positivos para avanzar hacia el fin del conflicto y que serán objeto de discusiones próximamente.
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