La consultora Deloitte ha presentado este lunes su estudio “El rediseño de la empresa del futuro”, en el que, a través de entrevistas a CEOs de empresas españolas, se busca establecer las prioridades de las empresas en los próximos 7 años y se delimitan los principales retos que afrontan en este proceso. Para su elaboración, se […]
Dirigentes Digital
| 05 feb 2018
La consultora Deloitte ha presentado este lunes su estudio “El rediseño de la empresa del futuro”, en el que, a través de entrevistas a CEOs de empresas españolas, se busca establecer las prioridades de las empresas en los próximos 7 años y se delimitan los principales retos que afrontan en este proceso. Para su elaboración, se han realizado entrevistas a 200 máximos dirigentes de compañías españolas, que se engloban en seis sectores, banca y seguros, farmaceútica y salud, manufacturing, gran consumo y retail, servicios y turismo y ocio. De este modo, se busca buscan identificar y definir las piezas clave para mantener la eficiencia y rentabilidad en el año 2025. El informe desgrana tanto las claves en eficiencia y rentabilidad para 2010-2017, que ya se están aplicando en el plano empresarial y comienzan a dar frutos, como las prioridades de cara al periodo 2018-2025, centradas en cuatro unidades, centro en el empleado, industria 4.0, nuevo modelo de negocio y cercanía con el cliente. En la presentación, Vicente Segura y Jorge Schoenenberger, socios de Consultoría de Operaciones de Deloitte, han destacado que existen buenas perspectivas de futuro para las empresas, a pesar del contexto generalizado de incertidumbre. Respecto a las claves del periodo 2010-2017, Vicente Segura ha destacado que, en estrategia operativa, “es necesario ganar escala, de lo que adolecen las empresas españolas” y avanzar en la mejora continua de procesos, a lo que en España se llega tarde por las consecuencias de la crisis económica. Además, de cara a la optimización permanente de la cadena de servicio, ha apostado por “poner el foco en la personalización“. Estas claves, señala Segura, van orientadas al coste, mientras que las prioridades para los próximos siete años “se orientan a innovación”. Prueba de ello es el cambio cultural observado en el pasado reciente, alineándola con el objetivo para racionalizar el gasto y aplicando presupuestos de base cero y un control energético que redunde en la eficiencia. La parte del estudio que analiza las claves de 2010 a 2017 también incide en la eficiencia organizativa, con factores de externalización, centralización de compras, , aplanamiento jerárquico, productividad y concentración, y en el enfoque hacia la liquidez, con segmentación de clientes, optimización de caja y mantenimiento de márgenes rentables. De cara al periodo 2018-2025, el informe de Deloitte establece cuatro categorías prioritarias, “que deben sumarse a las anteriores”, según Vicente Segura. Uno de los protagonistas es el nuevo tipo de empleado, denominado “tipo T”, que dispone de “formación técnica especializada para desarrollar un puesto de trabajo, pero que, en paralelo, cuentan con aptitudes y habilidades genéricas y transversales”. Este será el prototipo de profesional que demandarán, según el estudio, un 91% de empresas al final del periodo de estudio, mientras que un 72% de los CEOs entrevistados señala que un equipo multidisciplinar en proyectos de innovación mejorará la eficiencia y la rentabilidad. Otro 98% apuesta por el teletrabajo y los espacios colaborativos y un 81% quiere un modelo de gestión empresarial transversal que sepa responder a estos nuevos formatos y empleados. El informe también destaca las potencialidades de la industria 4.0, integrando eficiencia operacional, optimización de la cadena de suministro y nuevas tecnologías disruptivas, como el 3D, la inteligencia artificial, el Internet de las Cosas, el cloud computing, la robótica o la automatización. Respecto a los nuevos modelos de negocio, el estudio de Deloitte resalta la importancia de la hiperdisponibilidad, el producto como servicio, la economía colaborativa y la personalización de la demanda en la última milla como factores de fidelización, lo que lleva a buscar una mayor cercanía con el cliente a través de un mayor empoderamiento, de la mejora del customer journey y la omnicanalidad. Otra de las claves del informe son los retos a los que se enfrentarán las empresas dentro de sus procesos de mejora de la eficiencia y la rentabilidad, señalando que han sido estos desafíos los que han desencadenado el cambio de prioridades. Jorge Schoenenberger ha enumerado estos ocho retos: la innovación tecnológica constante, la creciente velocidad que están adquiriendo los procesos gracias a la tecnología, el mayor grado de incertidumbre de los mercados y su interrelación cada vez más estrecha, la preocupación creciente por la sostenibilidad y el medio ambiente, el aumento de las enfermedades psicológicas, el incremento de la carga regulatoria, el gap digital en ciertas capas de la población y la generación millennial que está irrumpiendo ya en el mercado laboral.