La ahora ‘desaparecida’ fortaleza del dólar, derivada del esperado endurecimiento de la política monetaria de la Reserva Federal (Fed) que finalmente será "cauto", ha traído de cabeza a los mercados financieros, principalmente a los emergentes y a las materias primas, que, a sus problemas domésticos (recesión en Rusia y Brasil, desaceleración de China…) sumaban el encarecimiento derivado de las alzas del ‘billete […]
Dirigentes Digital
| 22 abr 2016
La ahora ‘desaparecida’ fortaleza del dólar, derivada del esperado endurecimiento de la política monetaria de la Reserva Federal (Fed) que finalmente será "cauto", ha traído de cabeza a los mercados financieros, principalmente a los emergentes y a las materias primas, que, a sus problemas domésticos (recesión en Rusia y Brasil, desaceleración de China…) sumaban el encarecimiento derivado de las alzas del ‘billete verde’.
"Un dólar más débil facilita un suelo para los precios de las commodities, reduce la presión para las economías en desarrollo, favorece, por tanto, la mayor calma en los mercados financieros internacionales", afirma José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España.
Detalla este experto que no es la divisa estadounidense la ‘culpable’ de las recientes turbulencias, pero "su apreciación de la mano de un cambio de sesgo de la política monetaria de la Fed sí ha aflorado y acentuado algunos excesos (materializado debilidades de fondo) acumulados en los últimos años".
Así las cosas, aunque el mensaje principal del banco central norteamericano es dovish y el mercado apenas descuenta dos subidas de tipos este año, no son pocas las ‘voces’ que se alzan advirtiendo sobre la fortaleza interna y las presiones inflacionarias que podrían obligar a Yellen a actuar antes (e incluso de manera más agresiva) de lo esperado.
Sea como fuere, Alvim Lim, de Fitch afirma, tras analizar la exposición de las corporaciones de Latinoamérica al ‘riesgo divisa’ en un informe que se publicará completo a finales de semana, que este peligro "es ampliamente manejable, a pesar de los elevados niveles de deuda en moneda extranjera".
De acuerdo con su estudio de sensibilidad basado en una depreciación del 10% de la divisa local frente al dólar, "26 de los 177 emisores investigados experimentarían un deterioro del apalancamiento neto de al menos 0,25 veces". Dos tercios de estas empresas, añade, están domiciliadas en México y Brasil.
Y es que, afirma, el grado de desequilibrio monetaria varía según el país, siendo Chile y Perú los que cuentan con una mayor proporción de compañías con posiciones de cobertura naturales para mitigar el riesgo. La exposición mexicana a una divisa local más débil es la mayor en la región, con un buen número de firmas apoyadas en el mercado internacional de capitales, en parte debido a las limitaciones en la financiación local.
Con todo, desde Citi recuerdan que la región se enfrenta a una "crisis de modelo de crecimiento que va a requerir reformas relevantes en términos de flexibilidad productiva y disciplina económica para ser superada".
El hundimiento de las materias primas ha puesto de manifiesto la necesidad de convertirse en algo más que exportadoras de estos activos. "Más allá de los problemas políticos especialmente graves de Brasil, los datos económicos de otras partes de Latinoamérica han sido también débiles", señala Capital Economics. Y destaca la "mediocridad" de México y Chile, o la desaceleración de Colombia y Uruguay.