Desde hace años, las estrategias educativas de la UE van encaminadas a mejorar la preparación de la población joven para contribuir a la sociedad del conocimiento. Según explican desde el Instituto de Estudios Económicos (IEE), la apuesta de la Unión Europea consiste en aumentar la proporción de universitarios, pero también de alumnos de Formación Profesional […]
Dirigentes Digital
| 07 jun 2017
Desde hace años, las estrategias educativas de la UE van encaminadas a mejorar la preparación de la población joven para contribuir a la sociedad del conocimiento. Según explican desde el Instituto de Estudios Económicos (IEE), la apuesta de la Unión Europea consiste en aumentar la proporción de universitarios, pero también de alumnos de Formación Profesional y reducir, sobre todo, el porcentaje de población que sólo cuenta, como máximo, con la enseñanza secundaria obligatoria. De hecho, ya se han producido notables progresos en la UE. En 2016, el promedio de población joven con un nivel máximo de educación secundaria inferior se ha situado en un 16,5%, cuando en 2007 todavía se llegaba a un 20,6%. En una comparación europea, se observa que todavía hay una serie de países, entre ellos el nuestro, con elevadas cifras de jóvenes entre 25 y 34 años que sólo han logrado un nivel educativo máximo de ESO. España ocupa el primer lugar con un 34,7%, la misma cifra que se registraba en 2007. No obstante, hay que subrayar que la tasa española de universitarios entre la población joven española no ha dejado de crecer alcanzando un 41% en 2016, al tiempo que se han conseguido importantes avances en la reducción de las tasas de abandono escolar. Malta comparte con España un 34,7%, mientras que Portugal se sitúa en un 30,5%, figurando a continuación Italia (26,1%) y Rumanía (23,6%). Bulgaria, Bélgica y Dinamarca superan levemente la media europea. Por debajo del promedio figura el Reino Unido con un 15,1%, así como Dinamarca, Hungría y los Países Bajos con tasas en torno al 14%. Alemania registra un 12,9%, al tiempo que Suecia y Austria superan el 11%. Finlandia (9,4%) e Irlanda (8,9%) son los dos países de la antigua UE-15 con las cifras más bajas. Cierran la clasificación cinco miembros de reciente adhesión destacando Eslovenia (5,9%), Polonia (5,8%) y Croacia (5,5%).