Corren malos tiempos para la compañía de microblogging Twitter. Este 2016 ha sido su peor año hasta la fecha. Despidos, escaso crecimiento de usuarios, salidas de personal de alto nivel, perdidas millonarias y hasta intentos fallidos de venta dejan aTwitter ante un 2017 incierto. Twitter ha experimentado una aguda ralentización del crecimiento de sus ingresos. […]
Dirigentes Digital
| 29 dic 2016
Corren malos tiempos para la compañía de microblogging Twitter. Este 2016 ha sido su peor año hasta la fecha. Despidos, escaso crecimiento de usuarios, salidas de personal de alto nivel, perdidas millonarias y hasta intentos fallidos de venta dejan aTwitter ante un 2017 incierto. Twitter ha experimentado una aguda ralentización del crecimiento de sus ingresos. En total, desde su creación en 2006, la compañía perdió 2,3 millones de dólares. El déficit acumulado en los primeros nueve meses del año 2016 es de 290 millones de dólares. Tan solo entre julio y septiembre Twitter perdió 100 millones. Durante este período, las ventas crecieron sólo el 8% a 602 millones de dólares. Se trata del peor momento desde su salida a bolsa en 2013. En los últimos 12 meses Twitter ha perdido casi la mitad de su valor en el mercado de valores después de haberse estancado su crecimiento, con una caída del 45%. De los 22,50 dólares por acción en diciembre de 2015, ahora cada una se cotiza en 16,50 dólares. En el último año las acciones de la compañía californiana ha perdido alrededor del 22%. Tan solo cuando se comentó que Salesforce, Google, Apple o Disney podrían adquirir Twitter, los inversores por un momento tuvieron optimismo en torno a la compañía y “empujaron” un poco sus acciones al alza. Pero no fue suficiente. La falta de comprador también se puede deber a su alto precio: 30.000 millones de dólares. A nivel de producto, Twitter no ha tenido mucho éxito ni ha conseguido hacerlo menos confuso y más atractivo para los usuarios más recientes. Unos usuarios que han crecido menos de lo esperado. El promedio de usuarios activos mensuales de Twitter aumentó sólo un 3,3% pero entre julio y septiembre de 2016 esa cifra cayó a un 1,7% hasta los 317 millones de usuarios, muy por debajo de los que tiene Instagram, 500 millones, y Facebook con 1,7 millones. Despidos y “abandonos voluntarios” En lo laboral Twitter también está teniendo un annus horribilis. El 60% de los ejecutivos de primera línea han abandonado la compañía desde el 1 de enero de 2016. Esto no incluye otros ejecutivos clave que ejecutaban partes importantes del negocio y que también se fueron en los últimos 12 meses, aunque en general Twitter no destaca por la continuidad de sus directivos. Precisamente esa falta de continuidad hace que sea más difícil contratar a otros talentos de primer nivel y dificulta algunas cosas como lanzamientos de productos o acuerdos con los medios de comunicación. Muchos apuntan a que el ambiente de trabajo no es el mejor aquí ya que no es una coincidencia que los dirigentes de algunas de las empresas más exitosas como Google, Apple o Facebook han mantenido a sus equipos directivos prácticamente intactos durante la última década. La mayoría de estas bajas han sido voluntarias y muchos de ellos dejaron la compañía del pájaro azul por otras del sector. Uno de los casos más recientes ha sido el de su CTO, Adam Messinger, que tras varios años en Twitter decidió dejar la compañía tecnológica para tomarse un tiempo sabático, según comunicaba él mismo en un tuit. Su salida sigue a la de Adam Bain, jefe de operaciones de Twitter, que dejó la empresa en noviembre. Otros líderes de productos, ingeniería y medios de comunicación también han salido de la compañía este año como Kevin Weil, el que fuera vicepresidente de Producto que ahora trabaja en Instagram, Jason Toff, que fue Director General de Vine se fue a a Google o Skip Schipper, vicepresidente de Recursos Humanos que trabaja ahora en Yext. Otros cargos importantes de Twitter que han cambiado este 2016 han sido el de las vicepresidencias de Global Media, Ingeniería, Comunicaciones, Desarrollo de Negocios o el jefe de ventas. Twitter también ha sacado la tijera entre sus empleados. En octubre comunicó que despediría al 9% de sus trabajadores (unas 300 personas) en los próximos meses, unos despidos que afectarán sobre todo a los departamentos de ventas, marketing y asociaciones. Este comunicado se hacía un año después de que su CEO, Jack Dorsey, despidiera aproximadamente a otros 336 empleados. Estos despidos se producen en un aparente intento de controlar el gasto, ya que el crecimiento de las ventas se ha estancado. A esto se une que Twitter cerró su aplicación de video Vine en octubre tras intentar venderla sin éxito. Vine que ha estado en funcionamiento solo durante 3 años desaparecía, según la empresa, para mantener sus bajos costos. Perspectivas para 2017 La incertidumbre rodea a Twitter en 2017. Wall Street no está satisfecho con las decisiones de la dirección de la compañía y si el precio de las acciones sigue cayendo podría terminar pagándolo. Twitter necesita mostrar a los inversores que puede tener un fuerte negocio publicitario. Y no solo debe arreglarse desde una perspectiva de negocio, sino también desde un plano concreto de producto. Por ahora el objetivo de la empresa parece estar centrado en lo que siempre ha sido su punto fuerte, las noticias y los eventos en vivo. En julio Twitter retransmitió las convenciones de los partidos Republicano y Demócrata de Estados Unidos y partidos de fútbol americano, aunque las audiencias quedaban muy por debajo de lo esperado o las cosechadas por la televisión. Asímismo, la compañía intentará aumentar el número de usuarios, atrayéndolos a través de diferentes ofertas de TIC como Periscope. Además, la venta de la compañía estará también sobre la mesa en 2017.