La operación por la que la entidad ampliará capital con un 10% de descuento ha puesto en jaque a las entidades financieras nacionales, que sufren en Bolsa el efecto contagio ante las renovadas dudas sobre el sector. Los expertos del Departamento de Análisis de Bankinter consideran que la operación de 7.500 millones de euros y […]
Dirigentes Digital
| 09 ene 2015
La operación por la que la entidad ampliará capital con un 10% de descuento ha puesto en jaque a las entidades financieras nacionales, que sufren en Bolsa el efecto contagio ante las renovadas dudas sobre el sector. Los expertos del Departamento de Análisis de Bankinter consideran que la operación de 7.500 millones de euros y una reducción del 60% en el dividendo impactará negativamente en la cotización del Santander, pero no de una forma brutal. "Tal vez en el entorno de -5%, puesto que el precio de colocación ha sido superior al que nosotros habríamos esperado de una operación así".
A pesar de todo, los expertos sostienen que la entidad "tiene a su favor que se trata de una colocación acelerada y, por tanto, se realiza sin la emisión de derechos y entre inversores institucionales de forma muy rápida, lo que reducirá el retorno de papel al mercado". Aún así, recuerdan que "será inevitable el aumento de las posiciones cortas especulativas" debido tanto al descuento aplicado en la colocación como a la fuerte reducción del dividendo, "aspecto este que probablemente hará que aquellos accionistas que lo eran atraídos por la rentabilidad por dividendo se replanteen su permanencia en el valor".
Los expertos recuerdan además el efecto dilutivo de las acciones de la entidad. "Puesto que se trata de una ampliación para reforzar solvencia y no para acometer (de momento y que se sepa) ninguna adquisición, estimamos una dilución del beneficio por acción (BPA’15) de -8,8% (desde 0,46 euros hasta 0,42 euros)". A su juicio, y desde una perspectiva fundamental, "diríamos que el banco ha hecho lo que tenía que hacer" para mejorar su solvencia, aunque el coste sobre la cotización a corto plazo es un peaje inevitable que tendrá que pagar en los próximos días.
Desde el departamento de análisis de la firma explican que tras resolver las dudas sobre su solvencia con esta operación, la desaceleración de la economía brasileña es otro frente abierto para el banco, aunque reconocen que "es igualmente cierto que probablemente se trate de un obstáculo transitorio antes que un problema estructural que el banco pueda resolver unilateralmente".
Los expertos tampoco descartan que la entidad presidida por Ana Patricia Botón acabe poniendo sus ojos en la compra de Novo Banco, "cuyo precio debería ser prácticamente cero y cuya compra afrontaría con una base de capital reforzada, ganando así, hipotéticamente, un posicionamiento líder en Portugal". Tal vez otro objetivo sea Monte dei Paschi, que ayer se disparó un 12,4% en Bolsa ante los rumores del posible interés del Santander.