La crisis añadió obstáculos a las familias españolas para salir adelante. Ello ha ampliado la brecha que existe entre los que más dinero tienen y los que menos. Sin embargo, no se trata de una desigualdad provocada por unos salarios bajos, sino que la causa principal reside en la destrucción de empleo. Ese es el […]
Dirigentes Digital
| 29 may 2018
La crisis añadió obstáculos a las familias españolas para salir adelante. Ello ha ampliado la brecha que existe entre los que más dinero tienen y los que menos. Sin embargo, no se trata de una desigualdad provocada por unos salarios bajos, sino que la causa principal reside en la destrucción de empleo. Ese es el análisis del Banco de España en su último informe sobre “La desigualdad de la renta, el consumo y la riqueza de España”. Esa apreciación viene a revelar que la retribución no es el aspecto más relevante, ya que “España presenta un diferencial de salario por hora similar a la media de los países de la UE”. En cambio, si se analizan las horas trabajadas, el Banco de España desvela que “el nivel de desigualdad aumenta en España en comparación con otros países de la UE”. La razón de esa situación es que los “colectivos con salarios menores tienen una jornada laboral media menor”. En ese sentido, fueron las capas sociales más desfavorecidas las que se vieron afectadas en mayor medida por el aumento de la tasa de paro. En particular, el informe señala a la fuerte destrucción de empleo que sufrieron “especialmente” los jóvenes con poca formación y antigüedad. El Banco de España sentencia que “la elevada tasa de paro provoca que el nivel de desigualdad de la renta bruta per cápita en España sea muy alto en comparación con otros países, incluso en tiempos de bonanza económica”. En cualquier caso, la consecuencia de esa situación es que el descenso de las horas trabajadas “provocó una caída significativa de sus rentas y un aumento de la desigualdad”, en el periodo entre 2008 y 2014, según aprecia el Banco de España. Así, es el elevado nivel de paro el que provoca una situación de “alta desigualdad” en términos de renta per cápita. Por otra parte, señala que el consumo ha sufrido menos que la renta. En esa línea, especifica que el alto grado de vivienda en propiedad en España provoca un grado de desigualdad reducido en cuanto a la riqueza en comparativa internacional. A pesar de ello, “la diferente manera de ahorrar e invertir de los agentes hace que la desigualdad de la riqueza sea elevada”. En conclusión, el organismo matiza que la desigualdad de los salarios, la renta y la riqueza está determinada por “el funcionamiento del mercado laboral, el sistema de pensiones, la fiscalidad y una alta inversión inmobiliaria”.