Según el boletín económico del Banco de España, como en trimestres anteriores, este avance de la actividad se estaría apoyando en la fortaleza de la demanda interna privada, mientras que la demanda exterior neta mantendría una contribución al producto negativa. Los economistas del supervisor mantienen sus previsiones de crecimiento del 3,1% y del 2,7 % […]
Dirigentes Digital
| 30 sep 2015
Según el boletín económico del Banco de España, como en trimestres anteriores, este avance de la actividad se estaría apoyando en la fortaleza de la demanda interna privada, mientras que la demanda exterior neta mantendría una contribución al producto negativa.
Los economistas del supervisor mantienen sus previsiones de crecimiento del 3,1% y del 2,7 % en 2015 y 2016, respectivamente; pero reconocen que "el grado de incertidumbre en torno a estas proyecciones se ha ampliado y los riesgos de desviación a la baja se han acentuado, debido al deterioro de las perspectivas de crecimiento mundial".
Los efectos de la desaceleración de China está poniendo el freno a la economía mundial y a la actividad comercial. La economía española sufrirá un debilitamiento de nuestros mercados de exportación, advierte el Banco de España, pero indican que se verá compensado por el nivel más reducido de los precios del petróleo y de las materias primas, la prolongación de la mejoría de las condiciones de financiación y las nuevas medidas de política fiscal que incorpora el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 2016.
Según los datos disponibles del tercer trimestre, la demanda interna privada mantuvo un tono expansivo, si bien los indicadores disponibles apuntan a una leve pérdida de vigor de los distintos componentes del gasto, señalan los expertos. Por su parte, la expansión del gasto de los hogares (tanto en consumo como en inversión residencial) se apoyó en el dinamismo de la renta disponible y en la progresiva mejora de los condicionantes financieros, remarcan.
Asimismo, destacan que también la inversión empresarial mostró un comportamiento favorable, impulsada por el elevado nivel de la utilización de la capacidad productiva y la mejora en la disponibilidad de crédito, especialmente en el segmento de las pymes.
"La contribución de la demanda exterior neta al avance del producto habría sido ligeramente más negativa que en el período abril?junio, pues se estima un crecimiento de las importaciones superior al de las exportaciones, aunque en ambos casos a ritmos inferiores a los del segundo trimestre", explican. Por último, destacan que durante el verano el empleo habría atenuado su ritmo de expansión en mayor medida que la del producto, lo que habría dado lugar a un pequeño repunte de la productividad en el tercer trimestre.