Normalmente, las reuniones de la autoridad monetaria nipona coinciden con los de la estadounidense en la misma semana, lo que no es tan común es que lo hagan el mismo día. De hecho, medios y expertos anglosajones hablan ya de que nos enfrentamos a un ‘Super miércoles’. Y es que, aunque no se esperan movimientos […]
Dirigentes Digital
| 20 sep 2016
Normalmente, las reuniones de la autoridad monetaria nipona coinciden con los de la estadounidense en la misma semana, lo que no es tan común es que lo hagan el mismo día. De hecho, medios y expertos anglosajones hablan ya de que nos enfrentamos a un ‘Super miércoles’. Y es que, aunque no se esperan movimientos por parte de la Reserva Federal, sí que se aguarda un guidance firme para el próximo incremento de tipos, mientras que el BoJ tiene, parece, demasiadas puertas abiertas que podrían condenarle al fracaso…
Pero, ¿qué puede hacer Haruhiko Kuroda? Reducir de nuevo los tipos de interés, ahondando en ‘territorio negativo’, con todas las consecuencias que ello conlleva para el sector bancario. También cambiar el importe fijo dedicado a las compras de activos (QE) por un rango (aunque esto, alertan los analistas, podría ser interpretado como un primer paso para reducirlas paulatinamente).
Asimismo, podría optar por recortar las adquisiciones de bonos con vencimiento a largo plazo (e intentar incrementar así la pendiente de la curva de tipos para favorecer la concesión de créditos); o bien, retrasar la fecha límite para alcanzar el objetivo de inflación (2%), que actualmente es marzo de 2018. O bien, no hacer nada.
ETF Securities, en concreto, descarta que el BoJ vaya a tocar los tipos, aunque sí apuesta por un incremento del tamaño y el universo de su QE, "con el fin de aumentar la confianza del consumidor".
Mientras Capital Economics apuesta por una rebaja hasta el -0,2%, así como la aceleración del ritmo de compras hasta los 90 billones de yenes. "Lo que debería limitar el potencial al alza de las rentabilidades de la deuda nipona a largo plazo". La firma prevé que el bono a diez años caiga al -0,25% a finales de año.
Por su parte, los economistas de Citi esperan "una revisión sobre sus medidas de estímulo, retrasando a más adelante" cualquier nueva decisión o mejora de las mismas. Stand by, alertan, que probablemente decepcione a los participantes del mercado de divisas, especialmente a los extranjeros, por lo que "hay un importante riesgo de un nuevo fortalecimiento del yen".
Link Securities, por su parte, recuerda que "tras años de políticas monetarias agresivas, acompañadas de políticas fiscales expansivas, el crecimiento en Japón sigue estancado y la inflación bajo mínimos. Es por ello que entendemos que la posibilidad de que el BoJ ‘contente’ a los mercados es muy reducida".
Coincide el Departamento de Análisis de Bankinter al apuntar que el banco central nipón "lo tiene algo más difícil, porque a pesar de los esfuerzos realizados en política monetaria, la actividad económica sigue estancada y los precios acumulan cinco meses en negativo".