El banco central mantiene el importe de su programa de compras de deuda (unos 650.000 millones de dólares anuales), pero extiende el vencimiento de los bonos que adquiere (de entre 7 y 10 años a entre 7 y 12 años). Al mismo tiempo, implementa un nuevo plan de compra de ETF, siendo trackers del Índice […]
Dirigentes Digital
| 18 dic 2015
El banco central mantiene el importe de su programa de compras de deuda (unos 650.000 millones de dólares anuales), pero extiende el vencimiento de los bonos que adquiere (de entre 7 y 10 años a entre 7 y 12 años). Al mismo tiempo, implementa un nuevo plan de compra de ETF, siendo trackers del Índice JPX-Nikkei 400, que comenzará en abril de 2016, a un ritmo de 300.000 millones de yenes por ejercicio. Finalmente, incrementa su inversión máxima en inmobiliario hasta el 10% de cada emisión, desde el 5% actual.
La autoridad monetaria japonesa ha tomado esta decisión sin unanimidad (seis votos a favor y tres en contra) y ha reiterado también sus estimaciones, señalando que espera una recuperación progresiva de la economía, así como un repunte de la inflación pero con una perspectiva más a largo plazo hacia el objetivo del 2%.
"Al gobernador Haruhiko Kuroda le gusta sorprender y este viernes lo ha hecho", afirman desde Capital Economics, pero esta "campanada" no ha desatado la alegría en el mercado pues, tal y como destacan desde el Departamento de Análisis de Bankinter, "las Bolsas asiáticas han retrocedido esta madrugada (…) al considerarlo poco ambicioso".
La primera firma añade: "Son medidas útiles, pero no van a suponer mucha diferencia en la práctica". Califica el nuevo programa de compra de ETFs de "minúsculo", pero, en positivo, se queda con un BoJ que ha sido "un poco más optimista sobre la economía que en el encuentro anterior".
Para estos expertos los últimos indicadores macro apuntan a que la actividad ha continuado mejorando en el cuarto trimestre, "mientras tanto, la inflación subyacente se sostiene, y todo esto sugiere que no hay necesidad urgente de más flexibilización monetaria", por lo que no esperan nuevos anuncios para la reunión de enero.
En este sentido, desde Citi lo que sí aguardan es la entrada en escena del Gobierno de Shinzo Abe. Esperan un nuevo presupuesto extra por una cifra de entre tres y cuatro billones de yenes (0,6% del PIB). Sin rebaja de impuestos como se rumorea, pero con ayudas para el sector agrícola, gasto en prevención de desastres naturales y apoyo a la tercera edad y niños. Quizás la mitad del nuevo presupuesto se podría destinar a nuevo empleo público, con un impacto directo en el crecimiento de 0,3 puntos.
El broker estadounidense prevé un repunte del PIB del 1,1% para 2016, mejorando la previsión para este año de apenas medio punto en promedio. Pero, sin medidas adicionales (fiscales y monetarias), recortan la estimación de crecimiento para 2017 hasta niveles de 0,5/0,6%. Al final, ven más que probable que el BoJ habilite nuevas medidas monetarias expansivas adicionales al presupuesto fiscal extra.