Junto a Suiza y Dinamarca, Suecia es de los pocos países con los tipos de interés en terreno negativo. Pero el país ha apostado por una política de tipos negativos al rebajar aún más los tipos oficiales. El Riksbank ha decidido situarlo en el menos 0,5% frente al menos 0,35%. Y lo peor es que ha advertido que no descarta nuevas bajadas en un futuro ante el debilitamiento de las expectativas de inflación y la apreciación de la corona sueca.
"La economía sigue fortaleciéndose, pero se espera que la inflación sea menor de lo previsto en 2016", explicó el banco central en un comunicado. El banco que tiene activado su particular Quantitative Easing y ha remarcado que seguirá con su plan de compra de bonos estatales en el primer semestre del año. La entidad cree que los intereses vuelvan a estar en terreno positivo antes de 2018.
El banco sueco puede marcar el paso al resto de bancos centrales que llevan una política monetaria parecida ante la incertidumbre económica. El BCE se reúne el próximo 10 de marzo y Draghi ya anunció que estaba dispuesto a tomar nuevas medidas extraordinarias. Con el empeoramiento de previsiones económicas y de inflación, se espera que el BCE pueda situar los tipos a terreno negativo. Actualmente, se encuentran en el 0,05%.