El banquero italiano ha reiterado que ha reiterado que los tipos de interés se mantendrán bajos "durante un periodo extendido de tiempo" y más allá de su programa de compras de deuda (QE), que a su vez durará hasta marzo de 2017 "o más si fuera necesario". Las medidas de estímulo, ha continuado, "facilitan el coste […]
Dirigentes Digital
| 02 jun 2016
El banquero italiano ha reiterado que ha reiterado que los tipos de interés se mantendrán bajos "durante un periodo extendido de tiempo" y más allá de su programa de compras de deuda (QE), que a su vez durará hasta marzo de 2017 "o más si fuera necesario".
Las medidas de estímulo, ha continuado, "facilitan el coste de crédito y refuerzan su creació"n, mientras el crecimiento sigue apoyado por la demanda interna. "Las previsiones siguen sesgadas a la baja, pero el balance de riesgos ha mejorado", ha enfatizado.
Así, ha elevado la estimación de PIB para este año hasta el 1,6% (desde el 1,4% anterior), manteniendo la de 2017 en el 1,7% y recortando la de 2018 hasta el 1,7% (frente al 1,8% previo).
"La inflación probablemente se mantendrá baja (o incluso en ratios negativos) en los próximos meses antes de repuntar en la segunda mitad de 2016", ha señalado Draghi antes de ofrecer sus nuevas expectativas: 0,2% este ejercicio (0,1% antes), 1,3% el próximo (sin cambios) y 1,6% en 2018 (tampoco varía).
Aunque ha querido dejar claro que las medidas implementadas hasta el momento "han marcado la diferencia, han sido muy efectivas", el presidente del BCE también ha querido enfatizar que para que éstas alcancen "todo su potencial, otras políticas deben contribuir de forma mucho más decisiva".
Una vez más el italiano ‘llama a la puerta’ de los Gobiernos por reformas y estímulos fiscales, reconociendo, con todo, que "las actuales iniciativas de inversión el progreso en la unión de los mercados de capitales también contribuyen positivamente". Advirtiendo que si la "unión monetaria sigue incompleta, también seguirá siendo frágil". Es más, ha afirmado tajante que: "Si se llevan a cabo reformas estructurales, el tiempo para alcanzar el objetivo de inflación se reduce".
Igualmente aunque ha dejado claro que, hoy por hoy, tienen el foco puesto en la "implementación" de sus actuales estímulos, también ha repetido que siguen "vigilando y listos para actuar".
De nuevo ha defendido los tipos mínimos (negativos) explicando que son un "síntoma de una economía débil, donde hay exceso de ahorro frente a inversión". Y son la medida de política monetaria correcta para "fortalecer la recuperación y restaurar el crecimiento". Para que "sean altos mañana, tienen que ser bajos hoy", ha concluido.
Preguntado por el hecho de que el euro no haya seguido debilitándose, el banquero italiano se ha limitado a recordar que "los tipos de cambio no son un objetivo", reconociendo, no obstante, "que son importantes para el crecimiento y la estabilidad de precios".
Sobre Grecia ha señalado que será necesaria una nueva reunión del BCE para llegar a una decisión sobre el restablecimiento de su deuda como colateral. Mientras que respecto al referéndum sobre la permanencia de Reino Unido en la Unión Europea (UE) ha declarado que están "listos para cualquier resultado", aunque "creemos que debe mantenerse dentro de la Unión, pues ambas partes se benefician de ello".
Finalmente, ha explicado que su decisión de dejar de imprimir billetes de 500 euros "no tiene nada que ver con la ‘abolición’ del dinero en efectivo".