Todo el mundo mira al BCE mientras se celebran un carrusel de reuniones claves para salvar a Grecia de la bancarrota. Más allá de los vencimientos, Frankfurt es el juez de la partida y decidirá hasta cuando se alargan las negociaciones. El sistema financiero griego se está descapitalizando a marchas forzadas ante la salida de […]
Dirigentes Digital
| 22 jun 2015
Todo el mundo mira al BCE mientras se celebran un carrusel de reuniones claves para salvar a Grecia de la bancarrota. Más allá de los vencimientos, Frankfurt es el juez de la partida y decidirá hasta cuando se alargan las negociaciones. El sistema financiero griego se está descapitalizando a marchas forzadas ante la salida de 4.200 millones de la semana pasada. El BCE elevó el techo de la ayuda de emergencia en 1.100 millones de euros, a 84.100 millones, el 17 de junio. El viernes lo subió en otros 1.800 millones.
Antes de que Grecia no pueda pagar su deuda, la economía helena se puede hundir arrastrada por la quiebra de sus bancos. Si no lo ha hecho ha sido por el BCE con las inyecciones de emergencia a las entidades. Las negociaciones se pueden terminar si Draghi deja de auxiliar a los bancos, como ya hizo en Chipre en 2013. Las autoridades del país eran reticentes a aceptar las condiciones del rescate, pero la retirada del apoyo precipitó el acuerdo.
El primer ministro de Grecia, Alexis Tsipras, se está reuniendo esta mañana con el presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, con el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi y con la directora gerente del FMI, Christine Lagarde. Después está previsto el Eurogrupo, reunión de los ministros de Finanzas de la zona euro, antes de que dé comienzo la cumbre de jefes de gobierno, hacia las 19 horas.
Grecia está presentando una nueva propuesta para cerrar el acuerdo. Según Reuters, ha ofrecido una subida al 23% del IVA general. Para energía y alimentación básica, el IVA que se aplicaría sería del 13%, mientras que solo a medicinas y libros se le aplicaría el 6%. También está dispuesta en ceder en pensiones, por lo menos sobre la jubilación anticipada.
La decisión del BCE implica que el acuerdo puede estar cerca si Atenas acepta algunos puntos importantes como la aplicación del impuesto sobre patrimonio y renuncia a la aspiración de renegociar la deuda.