Tal vez no sea el mayor mercado europeo. Ni tampoco el más diversificado en lo que a composición sectorial se refiere. Pero si de algo puede presumir la Bolsa española es, sin duda, de ser la reina de los dividendos. Y en los últimos años, especialmente en los más duros de la crisis, las empresas […]
Dirigentes Digital
| 30 ene 2015
Tal vez no sea el mayor mercado europeo. Ni tampoco el más diversificado en lo que a composición sectorial se refiere. Pero si de algo puede presumir la Bolsa española es, sin duda, de ser la reina de los dividendos. Y en los últimos años, especialmente en los más duros de la crisis, las empresas encontraron en la fórmula del scrip dividend (elección entre acciones o efectivo) el modelo perfecto para seguir contentando a sus accionistas sin dañar excesivamente la caja.
Según datos de Bolsas y Mercados Españoles (BME) a cierre de noviembre, las cotizadas del parqué nacional distribuyeron 42.075 millones de euros entre sus accionistas. Y más del 27% de esa retribución fue satisfecha en acciones, la inmensa mayoría bajo la fórmula del scrip dividend.
Sin embargo, esta estrategia podría estar agotándose. Especialmente en el sector bancario, que bajo la presión del Banco Central Europeo (BCE), debe cambiar los modelos seguidos hasta ahora. En un comunicado remitido el jueves, el organismo monetario advertía a los bancos europeos que "deben basar sus políticas de dividendos en supuestos conservadores y prudentes, de modo que, tras su distribución, puedan seguir cumpliendo los requerimientos de capital actuales y prepararse para cumplir requisitos de capital más exigentes".
El BCE advierte del cuidado con el que los bancos deben estudiar sus políticas de dividendo, para que no afecten al principal reto tras el duro proceso de restructuración que aún continúa: volver a la rentabilidad y no dañar las capacidades de fortalecer el capital.
BBVA se anticipó ya hace dos años al anunciar que iría reduciendo progresivamente el pago en acciones. Con cargo a las cuentas de 2014, la entidad realizará dos pagos bajo la fórmula de scrip dividend y otros dos en metálico. A principios de año, y tras sorprender al mercado con una ampliación de capital de 7.500 millones de euros, Santander anunció que pagará 0,20 euros por acción este año en cuatro pagos, tres en efectivo y uno en scrip dividend, frente a los 0,60 euros que hasta ahora pagaba bajo la estrategia del scrip dividend. Banco Popular y CaixaBank podrían ser los siguientes en recuperar los pagos en cash.
Además de la presión del BCE, el mayor problema que las cotizadas han encontrado en esta fórmula de dar a elegir entre cobrar el dividendo en acciones o en metálico es la dilución que supone para el accionista, al necesitar las compañías emitir nuevas acciones para hacer frente a los pagos. Aunque algunas de ellas realizan recompras de acciones para mitigar ese efecto dilutivo.
¿Es este el comienzo del fin del scrip dividend que en 2014 registró cifras record? Aún es pronto para saberlo. Pero tal vez otras compañías decidan seguir los pasos del sector bancario.
Dentro del Ibex 35, Abengoa, ACS, CaixaBank, Ferrovial, Iberdrola, Popular y Repsol pagan toda su retribución en scrip. Otras como BBVA, Telefónica, o Santander lo hacen solo en parte de sus pagos.