La autoridad monetaria británica ha decidido por ocho votos frente a uno (Ian McCafferty) dejar los tipos de interés en el mínimo histórico del 0,5%, donde se encuentran desde marzo de 2009; y por unanimidad mantener su programa de flexibilización cuantitativa (QE) de 375.000 millones de libras. El BoE ha admitido que la inflación probablemente […]
Dirigentes Digital
| 08 oct 2015
La autoridad monetaria británica ha decidido por ocho votos frente a uno (Ian McCafferty) dejar los tipos de interés en el mínimo histórico del 0,5%, donde se encuentran desde marzo de 2009; y por unanimidad mantener su programa de flexibilización cuantitativa (QE) de 375.000 millones de libras.
El BoE ha admitido que la inflación probablemente se sitúe por debajo del objetivo (2%) al menos hasta septiembre de 2016. Actualmente, prevé que para el resto del año se aproxime a cero. Asimismo, ha advertido que "es posible que la debilidad de la productividad y del crecimiento de la producción en las economías avanzadas, legado de la crisis, sea algo más persistente de lo previsto".
El consenso no espera cambios en el precio del dinero en Reino Unido hasta bien entrado 2016. En concreto, los expertos de Bank of America Merrill Lynch estiman ahora que la primera subida se produzca en mayo, frente a su anterior previsión de febrero.
Por su parte, las Actas del BCE muestran que "hubo un amplio acuerdo entre los miembros en que la situación económica general de la Zona Euro se ha vuelto más desafiante que antes del verano". Afirman que la volatilidad de los mercados refleja un mayor riesgo sobre las perspectivas económicas, aunque matizan que "es demasiado pronto para determinar si tendrá un efecto duradero en el crecimiento y la inflación".
Así, se hace hincapié en la disposición de la autoridad monetaria para aumentar sus estímulos, si es necesario, para hacer frente a los riesgos a la baja para la inflación, que se han intensificado en los últimos meses.
En este contexto, y teniendo en cuenta que la perspectiva de la economía probablemente haya empeorado desde este encuentro (que se celebró los días dos y tres de septiembre), los analistas de Capital Economics creen que el BCE "acelerará y ampliará el QE", quizá hasta unas compras mensuales de 80.000 millones (desde los 60.000 millones actuales) ya sea en octubre (22) o en diciembre (ocho).
Con todo, la firma añade que el incremento debería ser hasta los 100.000 millones, aumentado su duración hasta junio de 2017, para que coincida con el tamaño de los programas "hermanos" llevados a cabo en Reino Unido y Estados Unidos.