En la reunión del pasado 21 de julio el Consejo de Gobierno del BCE decidió un mantener sus condiciones de política monetaria: mantuvo el tipo director en 0,0%, el tipo de depósito -0,40% y el de crédito en +0,25%. A su vez, mantuvo el nivel del programa de compra de activos en 80.000 millones de […]
Dirigentes Digital
| 18 ago 2016
En la reunión del pasado 21 de julio el Consejo de Gobierno del BCE decidió un mantener sus condiciones de política monetaria: mantuvo el tipo director en 0,0%, el tipo de depósito -0,40% y el de crédito en +0,25%. A su vez, mantuvo el nivel del programa de compra de activos en 80.000 millones de euros al mes hasta marzo de 2017.
En cuanto a previsiones económicas para la UEM, los datos publicados desde la reunión anterior (1/2 de junio) muestran que continúa la tendencia de crecimiento moderado favorecida por la demanda doméstica. Por su parte, la inflación pasó a terreno positivo en junio gracias al aumento de los precios de la energía y de los servicios. Ahora bien, el frente precios sigue preocupando porque, pese a mostrar cierta tendencia alcista, la inflación sigue lejos del objetivo del BCE (por debajo pero cerca del 2%). Por ello, una política monetaria acomodaticia sigue siendo necesaria.
Respecto a la economía global, el crecimiento sigue siendo débil pero está estabilizándose. Los emergentes parecen estar mejorando, Estados Unidos experimentará un crecimiento más sólido en el segundo trimestre de 2016 que en el primer trimestre de 2016 y Japón muestra aún signos de debilidad.
En cuanto a la Brexit, su materialización implica un riesgo a la baja para la UEM. Eso sí, se trata de un riesgo difícil de cuantificar y consideran que es muy pronto para tomar ninguna decisión. Prefieren esperar a tener más datos, como la próxima revisión del cuadro macro, antes de discutir posibles medidas adicionales. Consideran que los mercados han encajado bien el repunte de volatilidad derivado de este escenario en gran medida gracias a la predisposición de los bancos centrales para proveer liquidez si fuera necesario.
Tanto la demanda como la oferta de financiación parece haber mejorado. Sin embargo, los bancos siguen enfrentándose a dificultades para generar capital. Valoran positivamente el impacto de las medidas de estímulo actualmente en vigor. Consideran que han ayudado a mejorar las condiciones financieras, reducir los tipos de interés de los préstamos y aumentar su concesión. Esto último ha ayudado, además, a mejorar las estimaciones de crecimiento e inflación de la UEM. Además, hay que darle un poco más de tiempo al CSPP (programa de compra de bonos corporativos lanzado en junio), que tendrá un impacto también positivo en la economía, explica el BCE.
"Tal y como se esperaba, estas Actas no han desvelado ninguna información relevante para el mercado. Al final corresponden a una reunión en la que no hubo cambios de política monetaria". señalan los expertos de Bankinter. "En julio el BCE prefirió esperar hasta tener más evidencia sobre el impacto del Brexit en la economía antes de tomar ninguna decisión y esto es lo que reflejan las Actas. Las bolsas moderan sus subidas tras su publicación pero no como consecuencia de las Actas sino ante la expectativa de una apertura en negativo en Estados Unidos", añaden.