Se percibe, por lo general, a la Unión Europea como un organismo inequívocamente ineficiente. Y nadie, tampoco, alcanza a entender cómo podemos compartir la misma divisa sin una unión fiscal ni política. La espantada británica, por tanto, carga también de razones a los euroescépticos en Asia. Nadie parece excesivamente preocupado por el Brexit. A cortísimo […]
Dirigentes Digital
| 24 jun 2016
Se percibe, por lo general, a la Unión Europea como un organismo inequívocamente ineficiente. Y nadie, tampoco, alcanza a entender cómo podemos compartir la misma divisa sin una unión fiscal ni política. La espantada británica, por tanto, carga también de razones a los euroescépticos en Asia.
Nadie parece excesivamente preocupado por el Brexit. A cortísimo plazo, claro, sí hemos visto un movimiento violento en los mercados internacionales. El yen japonés, para empezar, experimentó esta mañana una apreciación del 1,47%. Lo hizo, claro, por la huída masiva desde activos británicos y europeos. Cuando hay incertidumbre, ésta es una máxima en los mercados, el yen japonés actúa como moneda refugio. Y el índice Nikkei, condicionado por la presencia de las exportadoras, acabó desplomándose un 7,92%. Al final, el trasvase de libras a yenes apreció la divisa japonesa castigando al sector exportador. Sin embargo, y según pasen los días, el Banco de Japón podría intervenir si la divisa nipona se sigue apreciando. Por tanto, un buen negocio derivado del Brexit puede ser vender yenes cuando el cambio USD/JPY se sitúe en 95-100, y vender cuando supere los 105-110. Dado el amplio periodo de negociaciones que se abre ahora, y las dudas generadas, debemos esperar mucha volatilidad en Japón con intervenciones puntuales del BoJ.
El ministro de Finanzas del país, Taro Aso, ha afirmado que Japón responderá según sea necesario a las fluctuaciones de las monedas después de que Reino Unido votara por abandonar la Unión Europea. Aso declinó hacer comentarios al ser consultado sobre la posibilidad de una intervención coordinada en los mercados cambiarios, o sobre si Japón había intervenido para contener la fortaleza del yen, que subió a más de 100 unidades frente al dólar, debido a su condición de refugio, según Reuters. "Estoy extremadamente preocupado sobre el riesgo que (el Brexit) tiene en los mercados económicos, financieros y cambiarios a nivel global", ha afirmado Aso. "Es muy importante garantizar el crecimiento en la economía global, así como mantener la estabilidad financiera y cambiaria", agregó.
Ahora bien, a medio-largo plazo, muy pocos esperan que la salida británica pueda tener efectos perniciosos sobre las economías en Asia. China cifra en dos décimas el impacto del Brexit sobre su PIB. Es muy poco, teniendo en cuenta que Asia-Pacífico está tres puntos porcentuales por encima del crecimiento económico mundial. Y las bolsas chinas, como era de esperar dada su inexistente conexión con los mercados financieros internacionales, pues apenas han caído esta mañana un 1%. "Para nosotros es incluso mejor que nuestra relación comercial no dependa también de Bruselas", me comenta Jiang Sheng, director general del conglomerado chino Zhenghedao. "Todo lo que sea simplificar los procesos, pese a la incertidumbre inicial generada, parece una buena noticia", concluye. Reino Unido es, actualmente, el primer destino de las inversiones chinas en toda la UE.
También preocupa la depreciación de las divisas y una menor demanda desde Europa. Vietnam e India son quienes más expuestos están frente a una posible ralentización de las importaciones británicas. Los bienes vietnamitas, en cualquier caso, son productos básicos y es improbable que descienda notablemente su demanda. Aunque Vietnam, tras China, también está fuertemente expuesta a la Unión Europea. Para amoldarse a esta nueva situación de incertidumbre, donde se habla de recesión y políticas monetarias expansivas en Reino Unido, los países asiáticos también están preparados para adoptar medidas. Tanto Natixis como UBS nos dicen que bajarán los tipos en Corea, India, Indonesia, Malasia y Tailandia después del verano. En China, por otra parte, esperamos otro recorte del ratio sobre reservas bancarias para estimular la economía vía inversión. Y se espera, también, una depreciación del yuan frente a un dólar atractivo. El yuan se depreciará frente al dólar para mantener cierta competitividad en los cambios con libra y euro.
Son efectos, todos, a corto plazo que se deben considerar tras el Brexit. Políticamente, como explicábamos al principio, nadie en Asia echará de menos a la antigua Unión Europea. Económicamente, sin embargo, habrá que estar atentos a las negociaciones. Europa es, en estos momentos, el primer destino de las exportaciones chinas. Una nueva recesión europea, o un cambio significativo en las condiciones comerciales, serían hechos muy negativos para Asia. Pero, dicho lo cual, casi nadie espera menos que una gestión responsable del actual problema político generado en el seno de la UE.