Las fuerzas peshmergas por tierra y la coalición liderada por Estados Unidos por aire han lanzado una ofensiva para recuperar la capital de Estado Islámico en Irak, Mosul. El ataque comenzó con fuertes bombardeos y ataques aéreos.
Según Reuters, se habían tomado seis pueblos a los militantes suníes de línea dura cerca de la ciudad. El ejército iraquí y las fuerzas peshmerga de la región autónoma kurda están recuperando gradualmente posiciones alrededor de Mosul, 400 km al norte de Bagdad.
Mosul es el mayor núcleo urbano bajo control de Estado Islámico, con una población de casi dos millones de personas antes de la guerra. Su caída supondría la derrota efectiva del califato en Irak.
Las Fuerzas Democráticas Sirias (alianza de rebeldes kurdos y árabes) han expulsado a los últimos milicianos del Estado Islámico que controlaban el centro de Manbij, el principal eje de comunicaciones entre Alepo y Raqa, la capital yihadista en Siria, cerca de la frontera con Turquía.
La pérdida del enclave es un duro golpe para las fuerzas del Daesh ya que supone romper los suministros y el tráfico de personas desde Europa pasando por Turquía.