El riesgo nunca termina por desaparecer en los mercados. La geopolítica, las políticas de los bancos centrales o los cisnes negros siempre predominan. En este sentido, en un entorno donde las rentabilidades son cada vez más difíciles de encontrar, muchos inversores se cuestionan cuáles pueden ser las mejores alternativas para protegerse ante el riesgo a […]
Dirigentes Digital
| 20 sep 2017
El riesgo nunca termina por desaparecer en los mercados. La geopolítica, las políticas de los bancos centrales o los cisnes negros siempre predominan. En este sentido, en un entorno donde las rentabilidades son cada vez más difíciles de encontrar, muchos inversores se cuestionan cuáles pueden ser las mejores alternativas para protegerse ante el riesgo a la par que se sigan alcanzando rendimientos interesantes. Simon Fox, especialista en estrategias de inversión de Aberdeen Standard Investments especializado en alternativos y multiactivos, explica en esta línea que la mayoría de los inversores “busca actuaciones muy sólidas de sus carteras en los mercados” pese a que conozcan que cada vez resulta más complicado. Por eso, destaca que hay “volatilidad, riesgos e incertidumbres que se asocian a carteras tradicionales”, por lo que “la diversificación de los activos en este momento más que nunca se antoja como una tarea fundamental”. Así pues, los principales desafíos estrcuturales para el largo plazo serían “el riesgo demográfico, el exceso de ahorro, el riesgo de la desglobalización o el ajuste de la economía china”. Teniendo en cuenta estos factores, la mejor manera de capear ese riesgo es realizar una diversificación de activos lo más fuerte posible para recibir retornos sin comprometerse en exceso. Entre otros puntos, según destaca, el crecimiento del PIB en los próximos años va a ser “más bajo de lo que hemos visto en el pasado”, de tal forma que el crecimiento va a ser más difícil de alcanzar si no se diversifica. Asimismo, analiza, la renta variable en los próximos 20 años “tendrá una media de 250 puntos básicos menos que la media histórica hasta 2014”, mientras que la renta fija “400 puntos básicos con respecto a esa media hasta 2014”. Un ejemplo sería la inversión en infraestructuras o en el mercado de reaseguradoras “que proporcionan rendimientos y con la diversificación se protegería la cartera”. También, en el lado de los bonos, encontraríamos el caso de los bonos de India, cuya rentabilidad asciende hasta el 7% con unos “fundamentales sólidas”. Así pues, a mayor grado de diversificación mayor protección y también mayor rendimiento ante el riesgo.