La Asociación Española de Entidades de Capital Riesgo (Ascri) ha presentado las cifras de 2014. Y aunque año tras año la esperanza de mejorar los datos daba paso después a la desilusión, esta vez, sí hay motivos para el optimismo. El volumen de inversión durante el pasado año volvió a alcanzar los niveles habituales antes […]
Dirigentes Digital
| 14 ene 2015
La Asociación Española de Entidades de Capital Riesgo (Ascri) ha presentado las cifras de 2014. Y aunque año tras año la esperanza de mejorar los datos daba paso después a la desilusión, esta vez, sí hay motivos para el optimismo. El volumen de inversión durante el pasado año volvió a alcanzar los niveles habituales antes de la crisis, superando la barrera de los 3.000 millones de euros, lo que supone un 28% más que el volumen registrado en 2013. Y la cifra podría ser mayor a la espera de que se cierren operaciones negociadas en la recta final del año.
Aunque el 90% de esas operaciones son inferiores a los 5 millones de euros, no es menos cierto que están volviendo las grandes operaciones de la mano de los inversores internacionales. "Sigue habiendo mucho interés, y hasta ahora el sector estaba en un proceso de fundrising que ahora permitirá mayores inversiones", explica Javier Ulecia, que acaba de estrenarse en el cargo como nuevo presidente de Ascri.
Entres los movimientos más destacados del último año se encuentrann la adquisición de IDC Quirón o Deoleo por el fondo CVC, Desigual por Eurazeo, Port Aventura y Telepizza por KKR o Savera por Partners Group. De hecho, los fondos internacionales han sido los responsables del 78% del volumen total invertido en 2014 por el sector con 55 operaciones. No solo se han fijado en España, sino que muchos de ellos han dado muestra de su especial interés por el territorio nacional al abrir sus propias oficinas. Es el caso de la propia KKR, Sprint Waer, el francés MBO o el alemán Aurelius.
Detrás de esta mejora de la actividad se encuentra sin duda la captación de nuevos fondos, que tras varios años prácticamente plano, repunta hasta los 4.287 millones de euros, un 88,5% más frente a 2013. Es cierto que el Fond ICO Global tiene mucho que ver en esta evolución, con la adjudicación de 631 millones de euros a 21 operadores, pero también la mayor imputación de recursos de fondos internacionales.
Desinversiones históricas
Pero si hay un dato que sobresale por encima del resto, ese es el de las desinversiones, que a precio de coste sumaron un volumen histórico de 4.666 millones de euros en 277 operaciones. Máximo histórico y más del doble del anterior récord alcanzado en 2011. Ulecia explica este dato, que supone casi un 200% más que el año anterior. "Es lógico teniendo en cuenta que en los últimos años prácticamente no hubo movimientos de ventas de participadas, habiendo caído los precios de las compañías y también por los procesos de saneamiento impulsados por el capital riesgo, que han retrasado el momento de desinversión en estas participadas".
Pero lo más importante de esa cifra es que "sólo el 4% de esas desinversiones se realizaron con pérdidas", recuerdan desde ASCRI (en el sentido de no recuperar el dinero que se invirtió). Hace solo cuatro años, ese porcentaje se situaba en el 20%, y en 2009 era del 50%.
En este escenario, las perspectivas del sector para 2015 son positivas. Se espera que la captación de fondos mantenga el buen ritmo del pasado año. Desde Ascri recuerdan que todavía hay varios gestores de fondos en proceso de fundrising, como Trea Capital, Magnum, Proa Capial, Bullnet Capital o INveready Technology INvestment Group. Esta situación hace pensar que la actividad inversora también repuntará este nuevo curso. De hecho, la asociación recuerda que varias operaciones importantes ya están cuajándose este mes de enero, como la compra de Clínicas Ruber por CVC o Pepe Jeans por PAI.
Entre los sectores que ahora mismo se mantienen bajo la lupa de los inversores internacionales, destacan el de alimentación, servicios a empresas y externacionalización o aquellos relacionados con la industria de la salud. Desde Ascri recuerdan además el interés por empresas innovadoras (de tecnología y software) que no tienen nada que envidiar a sus competidores globales. "En España se pueden montar empresas muy competitividas con gente muy preparada". Y con unos bancos a los que aún les cuesta abrir el grifo del crédito, los pequeños fondos de capital riesgo especializados pueden convertirse en la alternativa perfecta para esta clase de pymes.