Según datos recopilados por Bloomberg, algunas de las estrategias más seguidas en las últimas semanas han sido la de comprar divisas como lira turca o el rand sudafricano, financiándose con pares que actualmente registran menores tipos como le yen o incluso el euro. Es más, según el UBS Group AG V24 Carry Index, un índice […]
Dirigentes Digital
| 05 nov 2015
Según datos recopilados por Bloomberg, algunas de las estrategias más seguidas en las últimas semanas han sido la de comprar divisas como lira turca o el rand sudafricano, financiándose con pares que actualmente registran menores tipos como le yen o incluso el euro.
Es más, según el UBS Group AG V24 Carry Index, un índice que mide este tipo de operaciones, esta estrategia ha generado rentabilidades del 4,7% en octubre, la cifra más elevada desde junio de 2012. El indicador también evidencia subidas del más del 8% para la rupia indonesia frente al euro, del 5% para la lira turca y del 4% para el rublo ruso.
El apetito por esta estrategia se disparó tras la última reunión del Banco Central Europeo, en la que Mario Draghi dejó la puerta abierta a nuevas medidas de estímulo para diciembre, lo que ha venido presionando a la baja la cotización del euro frente al resto de divisas. También en mercados emergentes que actualmente mantienen políticas monetarias de tipos de interés más elevados que los mínimos históricos europeos en el Viejo Continente.
Pero ante esta nueva avalancha de ‘intercambios de divisas’, los expertos aconsejan prudencia, ante la sostenibilidad de los rendimientos que el carry trade puede ofrecer a los inversores. Más que nada, porque la historia ha dejado claro que los tipos de cambio son susceptibles de bruscos movimientos, especialmente cuando hablan los bancos centrales. Por eso, recomiendan las operaciones de carry solo para el corto plazo.