A pesar de que las cifras exactas son escasas y de que las promesas de inversión y alivio fiscal de Donald Trump aún no se han materializado en medidas concretas, desde que el republicano fuera elegido presidente de EEUU, Wall Street está imparable. Es más, en su línea de actuación, el líder norteamericano se ‘felicitaba’ […]
Dirigentes Digital
| 07 mar 2017
A pesar de que las cifras exactas son escasas y de que las promesas de inversión y alivio fiscal de Donald Trump aún no se han materializado en medidas concretas, desde que el republicano fuera elegido presidente de EEUU, Wall Street está imparable. Es más, en su línea de actuación, el líder norteamericano se ‘felicitaba’ recientemente con un twit en el que afirmaba que desde los comicios del pasado 8 de noviembre, “la renta variable ha ganado 3,2 billones de dólares, con la confianza del consumidor en máximos de 15 años”. Los récords consecutivos del Dow Jones, que ha llegado a superar los 21.000 puntos por primera vez en su historia, le han hecho vivir su mejor racha desde 1987 y alcanzar niveles un 13% por encima de los vistos antes de la elección de Trump. Prefieren los inversores a Wall Street, frente a una renta fija presionada por el ciclo alcista de tipos de la Reserva Federal (Fed) y una Europa envuelta en la incertidumbre política. Sin embargo, además de las elevadas valoraciones alcanzadas los índices americanos sobre unas mejores previsiones macro (‘la Bolsa siempre se adelanta’ se dice en el mercado), los expertos alertan asimismo sobre la ‘vejez’ del ciclo económico norteamericano. Desde 2009, recuerda Philippe Uzan, director de inversiones de Edmond de Rothschild Asset Management (France), EEUU ha registrado tasas de crecimiento real del 2,1% anual. “Menos que en ciclos anteriores”, pero avances al fin y al cabo. Mientras, el mercado alcista de la renta variable va camino de cumplir su octavo aniversario. “No es la primera vez que Wall Street sube en una etapa madura del ciclo económico”, reconoce John Higgins, de Capital Economics. Si bien, alerta: “A pesar de ello, dudamos que el último rally gane mucha más potencia tras ocho años de avances”. Según el Business Cycle Dating Committee del NBER (National Bureau of Economic Research), desde la Segunda Guerra Mundial sólo cuatro ciclos de crecimiento en EEUU han durado al menos siete años, en concreto, aquellos que comenzaron en 1961, 1982, 1991 y 2009. Los dos primeros se extendieron más de ocho y siete ejercicios, respectivamente; mientras que el tercero lo hizo una década entera… la recuperación actual soplará ocho velas en marzo. En lo que respecta al comportamiento de Wall Street, en la remontada de 1961 no hubo un gran repunte bursátil; sí al final de la de 1982, y en los últimos años de la de 1991. “Con esto en mente, los alcistas argumentarían que el rally actual tiene mucha vida siempre que la economía continúe creciendo”, afirma. Si bien, en la firma no están “convencidos. Es cierto que la actividad mundial se expandirá de forma saluda en los próximos dos años, respaldada por el estímulo fiscal planeado por Trump. Pero seguimos creyendo que las alzas de la Bolsa americana se verán limitadas por la presión sobre los márgenes, ante la fortaleza del mercado laboral y el dólar”. Sí, reconoce, el ajuste de los márgenes no frenó la subida de la renta variable a finales de los 90, “pero dicho repunte, impulsado por la creencia de que las nuevas tecnologías estaban contribuyendo (y mantendrían) un periodo prolongado de ascenso de la productividad, se basó en un aumento dramático de las valoraciones que no esperamos que se repita. Además, ahora no se espera una mejora de la productividad tampoco”. Así, este analista reitera que “la euforia reciente en Wall Street no durará, y el S&P 500 cerrará 2017 por debajo de los niveles actuales, en los 2.300 puntos”.