El Congreso de los Diputados ha dado un paso insólito en la democracia española. Con 218 votos a favor, la Cámara ha aprobado llevar al actual Gobierno en funciones de Mariano Rajoy ante el Tribunal Constitucional por, en palabras de los portavoces de las fuerzas de la oposición, su "desprecio a la soberanía popular". El […]
Dirigentes Digital
| 06 abr 2016
El Congreso de los Diputados ha dado un paso insólito en la democracia española. Con 218 votos a favor, la Cámara ha aprobado llevar al actual Gobierno en funciones de Mariano Rajoy ante el Tribunal Constitucional por, en palabras de los portavoces de las fuerzas de la oposición, su "desprecio a la soberanía popular".
El Gobierno de Mariano Rajoy ya declaró que no se sometería al control de un Congreso. Así lo argumentó el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, José Luis Ayllón: "No podemos someternos a las iniciativas de control por parte de una cámara que no ha otorgado su confianza al Gobierno en funciones".
Siguiendo esta política, tres de los actuales ministros en funciones se han negado a comparecer en el Congreso a petición de la Cámara. Fue el caso del ministro de Defensa, Pedro Morenés; la ministra de Fomento, Ana Pastor; y este mismo miércoles también el ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, requerido para comparecer este jueves y que ha anunciado que no asistirá.
Mariano Rajoy solo ha comparecido este miércoles día 6 para dar explicaciones a petición propia de las dos últimas cumbres europeas. Sin embargo, el presidente en funciones ya quiso dejar claro que se trataba de algo excepcional y urgente. De hecho, su Gobierno lleva cinco meses sin rendir cuentas ante la Cámara.
El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, también comparecerá este jueves a petición propia para explicar la desviación del déficit en 2015.
El Gobierno en funciones tiene a partir de ahora un mes para evitar que la petición llegue al Constitucional y responder al requerimiento del Congreso, lo que supondría revocar su decisión de no someterse al control de la Cámara.