Aunque el pasado 2015 estuvo marcado por las buenas cifras obtenidas por las startups españolas, que lograron alcanzar los 500 millones de euros en inversión, un 87% más que el año anterior, según un estudio publicado por la fundación Mobile World Capital Barcelona, el camino para la creación de una startup en España es largo […]
Dirigentes Digital
| 29 feb 2016
Aunque el pasado 2015 estuvo marcado por las buenas cifras obtenidas por las startups españolas, que lograron alcanzar los 500 millones de euros en inversión, un 87% más que el año anterior, según un estudio publicado por la fundación Mobile World Capital Barcelona, el camino para la creación de una startup en España es largo y costoso en comparación a nuestros vecinos europeos.
Complejidad burocrática
España ocupa el puesto 33 en el ranking mundial que analiza las normas gubernamentales que regulan las empresas, elaborado por el Banco Mundial. Aparece por detrás de países como Polonia o Mauritania. Este ranking está liderado por Singapur y países europeos como Noruega, Finlandia o Reino Unido. Abrir una empresa en España requiere el doble de trámites, así como tiempo empleado, que los países con altos ingresos de la OCDE. Sólo el papeleo puede suponer unos 4.000 € de inversión, sin sumar costes como el local, o la contratación de personal.
Financiación
Una startup puede acceder a diferentes fuentes de financiación para su puesta en marcha, una vez superada la fase family, friends & fools. Sin embargo, si nos comparamos por ejemplo con Estados Unidos hay una gran diferencia, ya que simplifican el acceso a la financiación para que los emprendedores puedan sacar adelante sus proyectos, y cuentan con un sistema más directo para establecer negocios.
En España, nos podemos encontrar con diferentes opciones de financiación:
Berlín, Londres, Amsterdam y Barcelona, ciudades para emprender
Berlín sigue siendo una de las ciudades más atractivas del mundo a la hora de emprender. Y aunque de momento no tiene el músculo financiero de otras como Londres, tiene casi todos los ingredientes para convertirse en el gran hub europeo de startups. Según Rocket Internet, la capital alemana creará más de 100.000 puestos de trabajo nuevos asociados a startups hasta 2020, una cifra que difícilmente veremos en muchas otras ciudades.
Londres es uno de los pocos espacios europeos que puede competir con áreas como Silicon Valley. Especialmente en tecnología, la "Tech City" es un organismo que invierte cada año 50 millones de libras para atraer a nuevas startups.
Barcelona se ha colado en este ranking y se ha convertido en una de las grandes impulsoras de startups en nuestro país. En la actualidad, alberga más de 200 startups tecnológicas en áreas como el B2B, juegos, comercio electrónico o turismo y viajes.
Por su parte, Amsterdam es conocida internacionalmente por su creatividad, así como por ser la mayor plataforma mundial de cambio de divisas, muy atractivo para las compañías TIC de todo el mundo. Según los datos de la UE, la tasa de emprendimiento de Holanda supera en un 6% al resto de países de Europa.