Solo en Estados Unidos se han eliminado miles de empleos en la industria petrolera desde la caída del crudo. La petrolera Chevron anunció en verano unos 1.500 despidos. A ella se suman otras, como Backer Hughes, que ha despedido a más de 10.000 personas de los 53.000 que empleaba; FTS International, que ha recortado 200 […]
Dirigentes Digital
| 02 dic 2015
Solo en Estados Unidos se han eliminado miles de empleos en la industria petrolera desde la caída del crudo. La petrolera Chevron anunció en verano unos 1.500 despidos. A ella se suman otras, como Backer Hughes, que ha despedido a más de 10.000 personas de los 53.000 que empleaba; FTS International, que ha recortado 200 trabajos; Lufkin Industries, una filial de General Electric, que ha recortado casi 600 empleos en lo que va de año; la petrolera Marathon Oil o ConocoPhilips, que también ha decidido reducir un 10% su plantilla.
Ahora se suma la compañía de servicios petroleros y de gas natural estadounidense Schlumberger, que ya despidió a lo largo del año a 20.000 personas y ha anunciado que tendrá que recortar todavía más.
Y los despidos no han sido la única consecuencia del descenso del precio del petróleo. Samson Resources Corp, la mayor compañía privada de petróleo y gas natural de Estados Unidos, se declaró en quiebra, la mayor bancarrota energética de este año.
Otras empresas del sector se han decidido por fusionarse para sobrevivir. El pasado mes las japonesas Idemitsu Kosan y Snowa Shell se unían en la segunda mayor petrolera por volumen de ventas del país nipón. Ahora, la mayor petrolera de Japón, JX, ha acordado su fusión con su competidora TonenGeneral Sekiyu. Aunque las empresas aún no lo han confirmado, medios locales del país han dado la información, enmarcándola en un contexto de reestructuración del sector petrolero japonés tras la caída continuada de los precios.
En los últimos 16 meses, el precio del petróleo se hundió hasta cerca de 40 dólares por barril desde un nivel cercano a los 100 dólares. Y las previsiones no parecen más optimistas. Ecuador, país miembro de la OPEP, ha calculado en sus presupuestos para 2016 que el barril no superará los 40 dólares. Citigroup habla de un 90% de probabilidades de que incluso baje a los 30 dólares y el Banco Mundial, hasta 10 dólares. "Con la atención aún puesta en el exceso de oferta a nivel global, a lo que hay que sumar ahora la preocupación sobre la demanda china, aún no se han establecido las bases para una recuperación", advierte Ole Hansen, analista de Saxo Bank.