Una desaceleración mayor de lo esperado en el gigante asiático, apreciación del dólar, aversión al riesgo y escalada de las tensiones geopolíticas son los principales riesgos que sesgan a la baja las estimaciones ofrecidas este mismo martes por el organismo capitaneado por Christine Lagarde. Que reconoce el lado positivo, para los importadores, del hundimiento de […]
Dirigentes Digital
| 20 ene 2016
Una desaceleración mayor de lo esperado en el gigante asiático, apreciación del dólar, aversión al riesgo y escalada de las tensiones geopolíticas son los principales riesgos que sesgan a la baja las estimaciones ofrecidas este mismo martes por el organismo capitaneado por Christine Lagarde. Que reconoce el lado positivo, para los importadores, del hundimiento de las materias primas, y el negativo, para los productores.
En concreto, el FMI estima que la Zona Euro crecerá un 1,7% tanto este ejercicio como el próximo (previsión que supone una mejora del 0,1% en 2016 con respecto a sus cálculos de octubre). Sin embargo, Capital Economics no comparte esta visión alcista y cree que el incremento de la actividad en la región decepcionará.
"La recuperación del gasto de los hogares, que supuso casi la totalidad del repunte del PIB el año pasado, está perdiendo fuerza", explican. Es más, el ascenso del mismo podría "disminuir aún más ya que el impulso a los ingresos reales de una menor inflación se dará la vuelta (…) incluso si los precios del petróleo y el euro se mantienen estables, es probable que el IPC aumente un 1% a finales del ejercicio", detallan.
Además, mientras el apoyo de los "vientos de cola" que supone el crudo y la divisa se desvanecen, el "respiro" fiscal que se espera para este año no será suficiente, pues "el impacto acumulado de la austeridad previa seguirá pesando algún tiempo sobre el crecimiento". Por tanto, consideran que las previsiones, tanto del consenso como oficiales, son "demasiado optimistas", y esperan que el PIB se desacelere hasta ascender apenas por encima del 1%.
En este contexto, "la presión sobre el BCE para aumentar sus estímulos probablemente se incremente y quizá acelere sus compras de activos (QE), al tiempo que recorte los tipos", eso sí, en el segundo trimestre del año.
Por países, Alemania se frenará un poco, mientras que la recuperación francesa sigue obstaculizada por el desempleo y la débil inversión. Italia ganará algo de ritmo y España mantiene un momentum "decente", pero la incertidumbre política pesa sobre sus perspectivas. Irlanda repetirá como la economía de más rápido crecimiento, "las preocupaciones sobre Grecia están lejos de terminar" y la flexibilización fiscal de Portugal se verá limitada por la Unión Europea (UE) y las presiones de los mercados).
Fuera de la Zona Euro, Reino Unido ha perdido algo de ritmo, pero lo recuperará pronto; Suiza corre el riesgo de sufrir una "espiral deflacionaria"; y Suecia crece con fuerza pero se espera aún así una intervención en la divisa y una política monetaria más laxa.