El declive del PP

El pasado domingo Esperanza Aguirre dimitía como presidenta del PP de Madrid, asumiendo su "responsabilidad política" por haber elegido a Francisco Granados para ser el secretario general del PP de Madrid y tras descubrirse las nuevas informaciones que apuntan a una presunta financiación ilegal en el PP madrileño en el marco de la trama Púnica. De hecho, la Guardia Civil registró la sede del PP regional, concretamente el despacho del exgerente Beltrán Gutiérrez por supuestos pagos a empresarios, como Javier López Madrid, de OHL.

Y el PP madrileño no ha sido el único escándalo sobre corrupción que ha salpicado al Partido Popular estos días, también lo es el de Valencia, donde se está a la espera de crear una gestora que se haga cargo de la dirección del partido tras la imputación de una veintena de personas por un supuesto cobro de comisiones.

Pero la semana no acabó ahí para la corrupción popular. Jaume Matas, ex presidente del Govern Balear admitía su responsabilidad y su culpa en el caso Nóos, por el que también están imputados el cuñado del Rey y su hermana, Iñaki Urdangarín y la infanta Cristina. Con ello, se confirma que el Instituto Nóos recibió pagos irregulares por mediar en el patrocinio de un equipo ciclista y organizar varios congresos.

También en Murcia ha sido noticia la corrupción popular, donde se investiga otra trama de corrupción en el gobierno municipal del PP en la localidad de Los Alcázares.

La dimisión sorpresa de Aguirre

Aguirre declaró durante la rueda de prensa en la que anunció su dimisión que Mariano Rajoy le había respondido al comunicarle su decisión que "la entendía". Ante las preguntas de los periodistas, Aguirre le dirigió a Rajoy un mensaje claro: "No es tiempo de personalismos sino de sacrificios".

Ahora, la dimisión de Aguirre parece haber levantado un nuevo muro entre PP y PSOE, alejando más aún los deseos de Rajoy de ser presidente de una gran coalición con el PSOE y Ciudadanos. Voces socialistas madrileñas y de Podemos han reconocido el gesto de Esperanza Aguirre e instan a que la próxima dimisión sea la de Mariano Rajoy, quien es el "responsable último", en palabras de la secretaria general del PSM, Sara Hernández.

"Quien no sabe limpiar su partido no puede limpiar España de corrupción". Con estas palabras se refería el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, a la gestión del Partido Popular en materia de corrupción. Pedro Sánchez, por su parte, opinaba durante la rueda de prensa posterior al encuentro del viernes con Rajoy, que el Partido Popular debía iniciar una "regeneración" a raíz de los casos de corrupción que salpican al partido, y opinaba que la mejor forma de regenerarse era pasar a la oposición. En total, muchos gestos que podrían complicar, aún más, las aspiraciones al Gobierno con socialistas y Ciudadanos de Mariano Rajoy.