“Tengo cicatrices de invertir en Argentina ”, reconoce Paul Murray-John, gestor de carteras de deuda emergente en Robeco. “Estaba cerca” cuando el default de 2001 (90.000 millones de dólares ni más, ni menos). Y aprendió una lección importante: “Cuando inviertes en un país emergente como extranjero siempre hay que ser consciente de que se es […]
Dirigentes Digital
| 20 abr 2017
“Tengo cicatrices de invertir en Argentina ”, reconoce Paul Murray-John, gestor de carteras de deuda emergente en Robeco. “Estaba cerca” cuando el default de 2001 (90.000 millones de dólares ni más, ni menos). Y aprendió una lección importante: “Cuando inviertes en un país emergente como extranjero siempre hay que ser consciente de que se es un blanco fácil para los políticos populistas”. Su compañera en la firma, Fabiana Fedeli coincide: “Argentina demuestra cuán importante es el riesgo político para un inversor”. De ser uno de los países más prósperos del mundo, señalan, Argentina lleva 35 años experimentando un crecimiento “deprimente”: de media el PIB ha repuntado un 1,88%, el PIB per cápita apenas un 0,62%, anual… Se espera un incremento este año del 2,7%. Pero, destacan, “el viento ha cambiado y parece soplar a favor del segundo país más grande y el tercero más poblado de América del Sur gracias a la elección de Mauricio Macri en 2015”. Aunque mantienen “dosis saludables de escepticismo”, estos expertos también se declaran “cautelosamente optimistas” y creen que Argentina es una interesante oportunidad de inversión a largo plazo, tanto en renta fija como en Bolsa. “No esperamos que sea capaz de librarse del populismo y la recesión en un abrir y cerrar de ojos, pero los cimientos están ahí”, destaca Fedeli. “El nuevo Gobierno ha reavivado las esperanzas de una nación con abundantes tierras fértiles para la soja, el grano, la carne de vacuno, e importantes recursos naturales en forma de metales y minerales. Sus reservas de petróleo y gas son las terceras mayores del mundo y su larga costa ofrece acceso a ricos yacimientos de pesca”. Tras visitar recientemente el país se queda con las palabras de uno de los economistas del banco central, que tras muchos años puede trabajar con “números reales”. Coincide Mark Mobius, de Templeton Emerging Markets Group, al señalar, también después de reconocer el terreno en persona, que “se han producido reformas políticas constructivas bajo la nueva Administración. Todavía queda trabajo para hacer frente a los desafíos y el camino será accidentado a veces, pero el progreso alcanzado hasta aquí es alentador”. Llama la atención sobre la eliminación de los controles monetarios sobre el peso, la reforma tributaria, variaciones en el cálculo de la inflación, nombramientos en el banco central… “y, quizá lo más importante, cumplir con las deudas”. Especialmente positiva ha sido “la amnistía fiscal”, ya que “esperamos que los inversores locales asignen buena parte de sus activos ahora en activos locales, lo que impulsará la economía del país”. No hace poco, añade, la agencia de calificación crediticia Standard & Poor’s mejoró el rating a largo plazo del país ante los avances en la corrección de sus desequilibrios macro. En este contexto, su compañero Santiago Petri detalla que “tras una larga sequía de inversiones (…) un marco político previsible y transparente debería allanar el camino para nuevos proyectos atractivos. En el sector tecnológico, muchas compañías han salido a Bolsa y creemos que podría haber más debuts en el futuro. La normalización de Argentina abre la puerta a oportunidades en el país”.