El mercado de commodities no para de acumular "malas noticias". En su última reunión, la Organización de los Países Exportadores de Petróleo (OPEP) tomaba la drástica decisión de mantener la cuota de producción actual de crudo en 30 millones de barriles diarios. Su idea, según manifestaba la OPEP, era que sean los propios mercados mercados […]
Dirigentes Digital
| 11 dic 2014
El mercado de commodities no para de acumular "malas noticias". En su última reunión, la Organización de los Países Exportadores de Petróleo (OPEP) tomaba la drástica decisión de mantener la cuota de producción actual de crudo en 30 millones de barriles diarios. Su idea, según manifestaba la OPEP, era que sean los propios mercados mercados los que ajusten el precio.
La respuesta del mercado no se hizo esperar y el barril de Brent pasaba a cambiarse a 71,25 dólares. Antes de que el secretario de la OPEP anunciara su decisión, la ministra de Petróleo de Nigeria, Diezani Alison-Madueke, señalaba que "el precio del petróleo cerca de los 70 dólares representaría un gran desafío".
Los precios, en mínimos
Pues ese desafío ya ha llegado. La Agencia Internacional de la Energía (AIE) ponía su granito de arena este mismo viernes al hacer una fuerte rebaja de sus previsiones de demanda de petróleo para el 2015. En concreto, la agencia baja en 230.000 barriles diarios sus previsiones, hasta los 900.000 barriles.
Además, la AIE cree que los países ajenos a la OPEP seguirán presionando a la baja con un aumento de su producción en 1,9 millones de barriles diarios durante 2014 y de 1,3 millones de barriles en 2015. Esto ha hecho que el precio del barril del West Texas, que se toma como referencia en Estados Unidos, cotice por debajo de los 60 dólares. Por su parte, el barril de Brent, de Brent, referente en Europa, está en niveles mínimos de 2009.
¿Qué pasará en 2015?
"Teniendo en cuenta que hasta el año que viene no volveremos a tener noticias de la OPEP, la decisión de no reducir la producción de petróleo es firme y actuará como presión en el precio del crudo (se podrían tomar decisiones amistosas, pero no un acuerdo formal al respecto)", opina Victoria Torre, responsable de Análisis y Producto de SelfBank.
La analista también añade que "esto debería mantener el crudo en precios bajos, pero pensamos que las previsiones de algunas casas (40 dólares/barril) puede ser algo pesimista". De hecho, Torre señala que "salvo que haya datos más preocupantes sobre la caída de la demanda, el precio podría mantenerse en los niveles actuales durante un periodo de tiempo prolongado".
Expectación en Europa
Christoph Riniker, estratega del banco Julius Baer, cree que los recientes cambios en los precios del petróleo han acarreado numerosas consecuencias en otros sectores. El estratega habla de "víctimas", pero también de "beneficiados" por este desplome en los precios. Riniker remarca que países vinculados a las commodities como Noruega, Canadá, Austrialia, Rusia o Brasil, junto con otros sectores como los energéticos están siendo, claramente las víctimas.
Por ejemplo, tal y como señala Victoria Torre, "algunos países, como Noruega, ya se han adelantado al impacto del crudo a través de una rebaja impositiva".
A pesar de todo, la estratega de SelfBank apunta que hacer un análisis de cómo afectará el desplome del crudo a Europa "es complicado, ya que tiene su cara y su cruz". Torre afirma que "es verdad que un crudo barato, en general, es positivo para la reactivación de las economías. Para los consumidores, se traduce en una mayor renta disponible y un incremento de la confianza, que puede redundar en efectos positivos para el consumo".
En concreto, la experta señala que "evidentemente, es una buena noticia para sectores como el de las aerolíneas (un 30% aproximadamente de sus costes están ligados con la factura del crudo), pero mala para las compañías energéticas (que necesitan un precio del crudo mínimo para que las costosas inversiones que tienen que hacer en su extracción sean rentables)".
¿Y España?
Hacer un repaso a cómo afecta la caída del crudo en nuestro país tampoco es una tarea sencilla. Torre apunta que "uno de los efectos positivos que podría tener es el incremento del turismo. Las aerolíneas, por ejemplo, pueden aprovechar los menores costes para hacer ofertas y atraer pasajeros".
Pero no todo son buenas noticias. La analista señala que no debemos olvidar que "que una parte importante del turismo procede de países altamente vinculados con el crudo, y el impacto negativo que tiene para estos puede dejarse sentir en el resto de la región. Así, por ejemplo, Rusia es uno de los países afectados por la caída del precio del petróleo y el turismo ruso es importante para nuestro mercado (suelen ser turistas con una cartera de gasto medio por encima de la media)". Por lo tanto, tendremos que esperar a 2015 para ver sus efectos.