Tras varios años de crisis financiera y económica, la economía de Estados Unidos muestra una clara recuperación. Los indicadores macroeconómicos vuelven a ser positivos y la tasa de paro ya marca los niveles previos al ‘huracán’ financiero. En cambio, la Zona Euro aún sigue mostrando signos de debilidad en el crecimiento y de inestabilidad con […]
Dirigentes Digital
| 16 mar 2015
Tras varios años de crisis financiera y económica, la economía de Estados Unidos muestra una clara recuperación. Los indicadores macroeconómicos vuelven a ser positivos y la tasa de paro ya marca los niveles previos al ‘huracán’ financiero. En cambio, la Zona Euro aún sigue mostrando signos de debilidad en el crecimiento y de inestabilidad con el conflicto permanente que vive en torno a Grecia.
Entre la Fed y el BCE
Mientras tanto, la política monetaria de la Reserva Federal (Fed) y del Banco Central Europeo (BCE) siguen caminos diferentes. En Europa, el QE centra el mercado, mientras que al otro lado del Atlántico se espera una subida de tipos.
¿Para cuándo? José Luis Martínez Campuzano, estratega de Citi en España, señala que "no será fácil tomar una decisión a corto plazo. De hecho, la Fed probablemente se dejará estos dos/tres próximos meses para meditar sobre el tema".
En cambio, el analista apunta que "lo que sí parece evidente es que lo hará con un mayor margen de maniobra al actual: esperamos que ya en la reunión de este mes elimine el término de paciencia a la hora de valorar la posibilidad de subir tipos".
Las consecuencias, por tanto, no se han hecho esperar y la paridad euro dólar está a la vuelta de la esquina. El euro ha roto el nivel de 1,0639 dólares, que ha constituido la línea de soporte para la moneda europea desde 2009. Por lo tanto, la puerta para que la divisa comunitaria protagonice caídas por debajo de la paridad está abierta.
Tensión para las empresas
Un efecto secundario de la paridad del euro dólar la están notando las empresas. Las compañías estadounidenses esperan que sus filiales en Europa mejoren sus costes y eleven las ventas de cara a este año. En cambio, la fortaleza del dólar puede hacer que las empresas que exportan a Europa pierdan cuota de mercado.
Por el contrario, estas compañías pueden aprovechar el momento de tipos bajos para intentar financiarse más barato. Lo que sí queda claro es que el escenario ha cambiado y estas las compañías ‘made in USA’ tendrán que adaptarse a un euro a la baja.