La especulación en torno a cuáles serán los nuevos estímulos que implemente el Banco Central Europeo (BCE) en su reunión de la semana que viene (3 de diciembre), pues ya se da por hecho que Mario Draghi "va a mover ficha", ha llevado al euro a visitar su nivel más bajo de los últimos ocho […]
Dirigentes Digital
| 26 nov 2015
La especulación en torno a cuáles serán los nuevos estímulos que implemente el Banco Central Europeo (BCE) en su reunión de la semana que viene (3 de diciembre), pues ya se da por hecho que Mario Draghi "va a mover ficha", ha llevado al euro a visitar su nivel más bajo de los últimos ocho meses y también a testar soportes técnicos. Ahora cotiza en la zona de los 1,06 dólares, pero el jueves caía hasta los 1,058, primer freno que, de perderlo, podría llevarle a los 1,047, según Bankinter, nivel que se corresponde con el último retroceso de Fibonacci. Por arriba, las resistencia se encuentran aún lejos, en los 1,122 señalados por Citi.
El consenso descuenta que el próximo jueves la autoridad monetaria de la Zona Euro recorte el tipo de depósito hasta el -0,3% e incremente el tamaño del QE hasta los 75.000 millones mensuales (desde los 60.000 millones actuales). Sin embargo, también deja la "puerta abierta" al uso de herramientas más agresivas, como la adquisición de deuda local y/o regional, e, incluso, de préstamos fallidos de la banca, así como una rebaja más agresiva del tipo de depósito.
En este sentido, los expertos de Barclays creen que se ampliará el programa de compras de activos al menos hasta marzo o junio de 2017 (desde septiembre de 2016), reiterando asimismo su "cierre abierto" y su dependencia de las perspectivas de inflación. También prevén algunos cambios en el universo de activos incluidos en el plan, con la adición de bonos de gobiernos locales y "una reducción del tipo de depósito en 10 puntos básicos". Pero, "no descartamos la posibilidad de un recorte mayor".
Los estrategas de Citi señalan que tipos negativos en depósito, con recortes adicionales a corto plazo, son más efectivos para mantener una moneda depreciada que un recorte de tipos desde niveles positivos. La relación sería de un 10 puntos básicos en tipos de depósito, -1/2,0% a la baja en la moneda. Por ejemplo, un descenso de 0,2 puntos en el tipo de depósito como ha comenzado a valorar el mercado, podría situar el euro por debajo de 1,04 dólares.
Por otra parte, más allá de la política ultra-acomodaticia del BCE, euro y dólar, dólar y euro, se enfrentan a la que será la primera subida de tipos de interés de la Fed en casi una década. Movimiento que también se espera para diciembre y que supondrá el inicio de un ciclo de endurecimiento, gradual y dependiente de los datos, sí, pero contrapuesto al de la Zona Euro. Concretamente, Goldman Sachs espera cuatro alzas en 2016, hasta niveles del 1%.
"Nuestra previsión de que el euro caería sustancialmente frente al dólar ante la divergencia de las políticas de Estados Unidos y la Zona Euro ha sido confirmada con el descenso desde los cerca de 1,40 del verano de 2014 hasta los niveles actuales por debajo de 1,06. Pero este proceso aún tiene recorrido", señalan los analistas de Capital Economics.
La firma ha rebajado su estimación para el euro desde 1 dólar hasta 0,95 para finales de 2016, y no descarta mayores descensos. La paridad, señalan, volverá en 2017, "cuando el ciclo de endurecimiento de Estados Unidos se acerque a su fin". Y no es la única que augura la pérdida de la paridad, recordemos que Goldman Sachs explicaba a principios de mes que el periodo transcurrido desde el comunicado dovish de la Fed de marzo ha sido un ‘paréntesis’ en la tendencia del dólar y este interludio ha terminado".
Así, apuestan por una apreciación sostenida del "billete verde" frente al resto de divisas del G10, ya que "la disminución de la debilidad económica en última instancia conducirá a la autoridad monetaria estadounidense a subir los tipos". En concreto, esperan una apreciación ponderada del 20% en el dólar hasta finales de 2017. Para estos expertos, Banco de Japón (BoJ por sus siglas en inglés) y BCE seguirán, por su parte, ‘renovando’ sus políticas de flexibilización monetaria, debilitando sus monedas: "Seguimos esperando ver al euro en los 0,95 dólares y al yen en los 130 dólares en 12 meses", afirman.
La "esperanza" de Europa y su Bolsa frente a Wall Street
Llama la atención del estratega de Citi en España, José Luis Martínez Campuzano, "la relación reciente entre un euro a la baja y un peor comportamiento relativo de la Bolsa europea frente a la norteamericana, pues supone una anomalía con respecto al comportamiento observado durante el último año donde la Bolsa europea ha sido una de las más favorecidas por el dinero inversor. El dinero ha seguido entrando, en mayor medida que en fondos de Bolsa norteamericana, pero sin reflejarse en el comportamiento relativo".
Considera que "en la medida que seguimos viendo un euro bajo (y a la baja) a corto plazo, tiene sentido valorar si esta divergencia reciente entre la Bolsa europea/norteamericana se puede mantener". Si tenemos en cuenta además "el ciclo económico maduro en que se encuentra inmersa la economía norteamericana. Una cosa es que su Bolsa actúe de motor para el resto y otra que su subida sea también mayor a la de la europea dentro de un ciclo más retrasado y con una continua mejora de las condiciones financieras (desde el BCE)".
Por tanto, el broker estadounidense sigue primando renta variable del Viejo Continente y japonesa a corto plazo. "Naturalmente, los mercados siempre tienen razón. Aunque parte de este comportamiento reciente se ha podido deber a factores exógenos y espero, deseo más bien, que sean también temporales. Y me refiero al terrorismo especialmente".
En lo que respecta a la economía, Capital Economics reconoce que un nuevo descenso del euro reflejaría una relativa debilidad de la actividad y no ayudaría a los periféricos a competir con los centrales, pero "es una condición necesaria para una recuperación sostenida y sólida. Una caída por debajo de la paridad, por tanto, insuflará esperanza" en la región.