Sin duda, la reunión de hoy del Eurogrupo será muy relevante. Partiendo de la advertencia implícita que subyace en el comentario del Ministro de economía italiano: la señal debe ser que el euro es irreversible. ¿Debe primar la estabilidad a corto plazo del Euro sobre el medio y largo plazo? De hecho, resolver esta cuestión […]
Dirigentes Digital
| 23 sep 2015
Sin duda, la reunión de hoy del Eurogrupo será muy relevante. Partiendo de la advertencia implícita que subyace en el comentario del Ministro de economía italiano: la señal debe ser que el euro es irreversible.
¿Debe primar la estabilidad a corto plazo del Euro sobre el medio y largo plazo? De hecho, resolver esta cuestión llevará buena parte de la reunión.
El euro fue una decisión política, cuando la crisis ha conducido a buscar razones que lo hagan sostenible en el tiempo más allá del comportamiento económico. Esto exige a los países con problemas de competitividad y deuda que tomen las medidas necesarias para hacer compatible el desapalancamiento con una mejora del crecimiento potencial. Pero esto no es social y políticamente fácil en el país en cuestión. La alternativa, es aplazar en el tiempo buena parte de estas medidas pendientes facilitando la recuperación cíclica. Pero, la financiación y confianza en la viabilidad de este proceso la pone el resto de la Eurozona.
Según la propuesta de extensión del Programa de financiación actual hacia Grecia presentada por el Gobierno de este país se podrían haber reducido mucho las diferencias existentes con el Eurogrupo. Recuerden los cinco mayores puntos de desacuerdo:
1. La mayor flexibilidad laboral que pedía la Troika frente a la demanda de mayor protección que presentó Syriza en la campaña hacia la Presidencia.
2. La demanda de privatizaciones europea frente a la parálisis que ofrecía el nuevo Gobierno griego.
3. El debate sobre el tamaño y eficiencia del sector público.
4. La fiscalidad, con la Troika demandando mayores impuestos y el Gobierno griego ofreciendo mayor control fiscal
Aunque no conocemos en detalle la nueva propuesta griega, sin duda sí parece que acepta los principios que se demandaban desde el Eurogrupo: cumplir con los compromisos, seguir con los ajustes, mantener la supervisión. De hecho, desde la Comisión Europea se ha visto la propuesta griega de forma positiva. Desde SPD alemán también se considera adecuada la propuesta señalando especialmente su disposición a cumplir con los compromisos. Y es obvio como el Presidente del Eurogrupo también la valora de forma positiva al convocar la reunión de hoy. La voz discrepante ha surgido del Ministro de finanzas alemán, que no la considera como insuficiente. Aunque bien encaminada.
¿Puede surgir de la reunión de hoy un acuerdo? Sin duda, aumenta la posibilidad de que lo haya. Pero es bastante probable que el Eurogrupo pida más garantías. ¿Estará el Gobierno griego dispuesto a asumirlas? Sin duda, un acuerdo hoy del Eurogrupo tendría como consecuencia una mayor tensión política y social en Grecia.
¿Qué más riesgos hay? Una aprobación desde el Eurogrupo no significa habilitar fondos de forma automática. De hecho, es más que probable que algunos gobiernos europeos se vean abocados a llevar el acuerdo para que sea ratificado por sus parlamentos. ¿Candidatos? El propio alemán, pero también Austria, Estonia, Finlandia, Holanda y Eslovaquia. Y la propia Grecia, donde el propio Gobierno de coalición podría sufrir su primer test.
Pero, más allá de que finalmente todos estos "problemas" se superen sigo pensando que el debate ahora va más allá de Grecia. Respetar la irreversibilidad del euro puede convertirse en el futuro en una Unión Fiscal de hecho sin ser de derecho. Naturalmente, este debate puede verse matizado en un entorno de recuperación cíclica y mercados hambrientos de papel por el QE desde el BCE y las dudas sobre la normalización monetaria de otros bancos centrales como los anglosajones. En definitiva, un euro irreversible fue la garantía aplicada por los países para que se apliquen reformas que lo hagan viable y estable. Ahora, su irreversibilidad parece que ha dejado de ser una garantía para convertirse en un objetivo.
José Luis Martínez Campuzano es Estratega de Citi en España