El crecimiento potencial, que mide la velocidad a la que pueden crecer las economías en el tiempo sin toparse con obstáculos inflacionarios, ya se estaba desacelerando en las economías más ricas antes de la crisis financiera debido al envejecimiento de la población y a una caída en la innovación tecnológica. Pero el declive en el […]
Dirigentes Digital
| 08 abr 2015
El crecimiento potencial, que mide la velocidad a la que pueden crecer las economías en el tiempo sin toparse con obstáculos inflacionarios, ya se estaba desacelerando en las economías más ricas antes de la crisis financiera debido al envejecimiento de la población y a una caída en la innovación tecnológica.
Pero el declive en el crecimiento de la inversión privada y del empleo en esos países redujeron el crecimiento potencial anual a un 1,3% entre 2008 y 2014, medio punto porcentual más bajo que antes de la crisis, según el estudio del FMI.
El documento, parte del Panorama Económico Mundial bianual del FMI, podría hacer que las discusiones se centren en cómo impulsar el crecimiento económico cuando los consejeros de los bancos centrales del mundo se reúnan en Washington la próxima semana para las reuniones de primavera del FMI y del Banco Mundial, informa Reuters.
En los próximos cinco años, el crecimiento potencial anual de las economías avanzadas debería aumentar a un 1,6%, aún por debajo de las tasas de crecimiento previas a la crisis, lo que hará más difícil reducir la elevada deuda pública y privada, afirmó el FMI.
Con tipos de interés bajos, "la política económica en economías avanzadas podría enfrentarse nuevamente al problema del límite inferior a cero si se materializan impactos adversos en el crecimiento", comentó el FMI. La entidad también dijo que la debilidad de la demanda en la zona euro y Japón podrían llevar a un crecimiento potencial aún menor a lo proyectado. El estudio es publicado antes de los pronósticos económicos globales del FMI, que serán divulgados la semana próxima.
En los mercados emergentes, el crecimiento potencial anual bajó a un 6,5% entre 2008 y 2014, cerca de 2 puntos porcentuales más bajo que antes de la crisis, y cedería aún más, a un 5,2%, en los próximos cinco años en la medida en que la población envejece, las restricciones estructurales contienen el crecimiento del capital y la productividad se desacelera.