El FMI no vio venir la última crisis hasta que estalló en sus narices. En su último informe sobre Estabilidad Financiera Mundial se muestra moderadamente optimista en el actual escenario de políticas monetarias expansivas, caída del petróleo y apreciación del dólar porque ha reducido los riesgos de deflación en las economías avanzas y respaldará el […]
Dirigentes Digital
| 15 abr 2015
El FMI no vio venir la última crisis hasta que estalló en sus narices. En su último informe sobre Estabilidad Financiera Mundial se muestra moderadamente optimista en el actual escenario de políticas monetarias expansivas, caída del petróleo y apreciación del dólar porque ha reducido los riesgos de deflación en las economías avanzas y respaldará el crecimiento en 2016, pero ha encendido las alarmas, "los riesgos para la estabilidad financiera alrededor de este escenario base están creciendo y rotando".
El cambio de foco de próximas crisis ha cambiado al sector de los seguros, "la constante asunción de riesgos financieros y búsqueda de rendimientos continúa elevando las valoraciones de ciertos activos. El entorno de tasas de interés bajas también plantea desafíos para los a largo plazo, en particular las compañías de seguros de vida más débiles en Europa".
Según el FMI, las compañías europeas de seguros de vida de tamaño intermedio y en situación débil deben abordar el riesgo de enfrentar dificultades que ya es alto y está en aumento: las pruebas de tensión realizadas por la Autoridad Europea de Seguros y Pensiones de Jubilación muestran que 24% de los aseguradores no podrían cumplir los requisitos de capital de solvencia en un escenario prolongado de tasas de interés bajas.
El sector cuenta con una cartera de 4.400.000 millones de euros en activos en la Unión Europea, con un alto y creciente grado de interconexión con el sistema financiero en general, lo cual es una fuente potencial de efectos de contagio.
"Los desafíos a los que se enfrentan las compañías de seguros de vida también deben ser abordados sin demora", señala el organismo, "los reguladores tienen que revaluar la viabilidad de los productos basados en garantías y procurar alinear las garantías de rendimientos mínimos ofrecidos a los tenedores de las pólizas con las tendencias seculares de las tasas de política monetaria".
El FIME pide que se adopten medidas de regulación y supervisión "para mitigar las repercusiones perjudiciales de las potenciales dificultades que enfrenten los aseguradores individuales", que debería proporcionar una mayor capacidad de resistencia del sector.
El FMI pone de relieve que el actual contexto no ha reducido el riesgo para el sistema financiero mundial, sino lo ha desplazado. "Mientras tanto, la continua asunción de riesgos financieros y los cambios estructurales en los mercados de crédito están desplazando el foco de los riesgos para la estabilidad financiera de las economías avanzadas a los mercados emergentes, del sector bancario tradicional a la banca paralela y de la solvencia a los riesgos de liquidez del mercado".