El organismo dirigido por Christine Lagarde se ha convertido en un aliado inesperado para el Gobierno de Tsipras en los dos últimas con la filtración varios informes de trabajo filtrados a Reuters sobre la sostenibilidad de la deuda griega. Hace dos semanas en la recta final de las negociaciones avaló los argumentos de Grecia para […]
Dirigentes Digital
| 14 jul 2015
El organismo dirigido por Christine Lagarde se ha convertido en un aliado inesperado para el Gobierno de Tsipras en los dos últimas con la filtración varios informes de trabajo filtrados a Reuters sobre la sostenibilidad de la deuda griega. Hace dos semanas en la recta final de las negociaciones avaló los argumentos de Grecia para exigir una renegociación de la deuda y hoy en otro documento en la misma línea cuestiona la viabilidad del rescate que se va a empezar a negociar si no hay una quita mayor de la que sopesan los socios de la Eurozona.
En el documento de exigencias a Grecia que salió del Consejo Europeo indicaba que no se podía aplicar recortes nominales de la deuda y se contemplaban medidas adicionales condicionadas a la aplicación total de las medidas y a una evolución positiva del programa de rescate. Los expertos del FMI indican que "el dramático deterioro de la sostenibilidad de la deuda hará necesaria una quita o alivio que tendrá que ser mucho mayor de lo que se ha considerado hasta el momento".
Reuters aclara que este nuevo informe se realiza basándose en la actualización de los indicadores ‘Debt Sustainability Analysis‘ (DSA) que tratan de calcular cómo de sostenible es la deuda de un país según sus condiciones económicas.
Según explican los expertos del organismo internacional en el documento, los países de la Eurozona tendrán que dar un periodo de gracia de 30 años a Grecia, incluyendo nuevos préstamos y una extensión de los vencimientos de la deuda pendiente. También se plantea la posibilidad de que los países de la Eurozona tengan que hacer transferencias fiscales a Grecia o aceptar "grandes quitas de deuda por adelantado".
Según la agencia, el informe fue remitido a los 18 miembros de la Eurozona el lunes a última hora, poco después de que los acreedores y Atenas llegasen a un nuevo acuerdo en el que no se habla de quitas ni reestructuraciones de la deuda pública. En él se asegura que la deuda pública de Grecia puede alcanzar un pico del 200% sobre el PIB dentro de dos años, superando la previsión anterior que colocaba el endeudamiento público máximo en el 170%.
También señala que la imposición de controles de capital el 29 de junio "ha supuesto una pesada carga para el sistema bancario griego y la economía, lo que está provocando un deterioro aún mayor de la sostenibilidad de la deuda".
Los documentos son clave para definir la posición del FMI en el próximo rescate. El organismo solo puede intervenir si considera que con la aplicación del programa la economía del país es sostenible. Los responsables del MEdE calculan que la aportación de los países europeos ascenderá entre 40.000 y 50.000 millones. Hasta los 86.000 millones que se fijó en el acuerdo de la cumbre del euro, se espera la contribución del FMI.