El ministro británico de Finanzas, Phillip Hammond, ha dado a conocer este miércoles a la Cámara de los Comunes el proyecto de presupuesto de su gobierno para el periodo 2018-2019. Su intervención ha generado expectación en la prensa, debido a la inminencia del Brexit. La presentación de este presupuesto es un movimiento atípico, ya que […]
Dirigentes Digital
| 23 nov 2017
El ministro británico de Finanzas, Phillip Hammond, ha dado a conocer este miércoles a la Cámara de los Comunes el proyecto de presupuesto de su gobierno para el periodo 2018-2019. Su intervención ha generado expectación en la prensa, debido a la inminencia del Brexit. La presentación de este presupuesto es un movimiento atípico, ya que es la primera vez en más de dos décadas que la elaboración de las cuentas públicas no se inicia en primavera. Además, el gobierno conservador de la primera ministra Theresa May depende de los votos de los unionistas de Irlanda del Norte para su aprobación. Lo más destacado del proyecto presupuestario presentado por Hammond es el recorte de medio punto porcentual en las anteriores previsiones de crecimiento para este año, hasta el 1,5% del PIB británico, además del anuncio de que su gobierno reservará un fondo de 3.000 millones de libras para afrontar los gastos del Brexit en 2018 y 2019. Las negociaciones con la Unión Europea para el Brexit también han tenido protagonismo en la presentación de los presupuestos. El secretario del Tesoro ha señalado que alcanzar un acuerdo con Bruselas es “su principal prioridad“, destacando la importancia de conseguir un acuerdo beneficioso con los 27 que reduzca la incertidumbre. Phillip Hammond ha insistido en que estas cuentas públicas servirán para afianzar la economía británica. Para ello, ha detallado un plan que ha calificado de “equilibrado”, en el que aumenta el gasto público en sanidad y vivienda, mientras continúa implementando recortes para reducir el déficit y el endeudamiento. A pesar del optimismo de su discurso ante los Comunes, Hammond ha desvelado unas previsiones de crecimiento económico futuro que recortan en gran medida las presentadas en marzo. De este modo, ha reducido dos décimas las expectativas de incremento del PIB para 2018, cuatro décimas las de 2019, seis décimas en 2020 y medio punto en 2021. También se han recortado las previsiones de aumento salarial, de productividad y de financiación pública. Mientras, ha prometido una inversión de 44.000 millones de libras en el sector inmobiliario y una exención fiscal a aquellos que compren por primera vez una vivienda, siempre que esté valorada en menos de 300.000 libras.