Ya lo adelantó el ministro de Economía en funciones, Luis de Guindos, durante la campaña electoral de disponer del Fondo de Reserva de la Seguridad Social no le preocupaba. Adelantaba que el Gobierno iba a disponer de nuevo de la conocida hucha de las pensiones, porque las pensiones están garantizadas gracias a la recuperación económica y la creación de empleo.
Pero el aumento de trabajo no está siendo lo suficientemente vigoroso para cuadrar las cuentas de la Seguridad Social. Tomás Burgos ha adelantado que pese a las buenas cifras de empleo no serán suficientes para equilibrar los gastos y los ingresos de aquí a final de año.
El secretario de Estado no quiso estimar cuánto durará el Fondo de Reserva, en el que quedan 25.176 millones de euros respecto a los 67.000 millones que había en 2011, pero sí ha declarado que tratarán de que "el ritmo actual no se mantenga" y que lo utilizarán "lo menos posible", en función de las necesidades, pero considera "imposible prever" cuántas veces volverá a utilizarse. Pero será inevitable volver a tirar de él para pagar la paga extra de Navidades.
La hucha de las pensiones se financia gracias a las cotizaciones de los contribuyentes y al rendimiento de la inversión en renta fija pública. En lo que va de año se han generado 1.395 millones de euros, insuficientes para tapar el déficit del sistema de la Seguridad Social. Hasta mayo en la ejecución presupuestaria las cuentas registraron un saldo positivo de 2.865,3 millones de euros, como resultado de la diferencia entre unos derechos reconocidos por operaciones no financieras de 52.416,72 millones y unas obligaciones reconocidas de 49.551,39 millones. Pero en julio, por la paga extra de los pensionistas, el sistema asume más de 11.000 millones de gastos adicionales. Desde 2012 el agujero ha sido taponado por la hucha de las pensiones, aunque se creó para amortiguar el problema estructural del envejecimiento de la población.
Pese a las críticas de la libre disposición que hace el Gobierno del Fondo, Burgos ha defendido que para el Gobierno es "muy importante" que la situación financiera de las pensiones cuente con el máximo respaldo, aunque insistió en varias ocasiones que su Ejecutivo "cumple estrictamente" con lo marcado por el mencionado Pacto.
Burgos espera que persista la situación de déficit en el Sistema de la Seguridad Social, afectado por la evolución negativa de la inflación y por la pérdida de 3.300.000 afiliados durante la crisis, de los que hasta el momento se han recuperado cerca de 1.600.000.
Según las previsiones de la Autoridad Fiscal Independiente (Airef), que se están cumpliendo al dedillo, pronostican que para finales de
2018 el Fondo se habrá agotado. Los expertos apuntan que la persistencia del déficit en la Seguridad Social erosionan a velocidad
crucero la hucha de las pensiones por la pérdida de cotizantes, la caída de las cotizaciones por los bajos salarios y las tarifas planas impulsadas por el Gobierno para generar empleo.
El Gobierno ante esta situación ha intentado convocar el Pacto de Toledo para adoptar medidas contra las tensiones de liquidez que se está generando en la Seguridad Social. Actualmente, con la dotación de 25.176 millones, solo hay dinero para pagar la extra de navidades de este año y las dos de 2017. Teniendo en cuenta el déficit previsto en el sistema del 1,1% y la baja inflación, apenas se generarán ingresos para hacer frente a los próximos tres gastos extraordinarios, con lo que el futuro Gobierno tendrá que realizar aportaciones presupuestarias para sostener las pensiones a corto plazo.
Desde 2013, el Gobierno ha optado por financiar parte de las pensiones no contributivas a través de los Presupuestos Generales del Estado. Pero el problema es que las contributivas no tendrán financiación en las futuras pagas extras.
