Latinoamérica “ha registrado el peor comportamiento macroeconómico desde 2009, aunque muestra síntomas de haber tocado fondo y promete cierta mejora en el año próximo”. Así ha iniciado su discurso inaugural del Foro Latibex que se celebra este jueves y viernes en Madrid Antonio Zoido, presidente de BME, asegurando que “que esta tendencia se consolide dependerá de […]
Dirigentes Digital
| 24 nov 2016
Latinoamérica “ha registrado el peor comportamiento macroeconómico desde 2009, aunque muestra síntomas de haber tocado fondo y promete cierta mejora en el año próximo”. Así ha iniciado su discurso inaugural del Foro Latibex que se celebra este jueves y viernes en Madrid Antonio Zoido, presidente de BME, asegurando que “que esta tendencia se consolide dependerá de la habilidad para combinar reformas estructurales y políticas que suavicen los ajustes necesarios. El mayor reto queda en el fomento de las infraestructuras, la educación o la llamada brecha digital”. Las cifras son elocuentes. Recientes estimaciones del FMI señalan que Iberoamérica se contraerá un 0,6% en 2016, aunque pronostican un cambio de tendencia en 2017, que registrará un crecimiento de PIB regional del 1,6%. “La desigualdad es la tónica general en América Latina. Su diversidad provoca rendimientos económicos diferentes y cada país responde a factores internos y externos diversos”, explica Zoido. En este entorno, el directivo ha insistido en la importancia de contar con un sistema financiero más inclusivo y profundo en la región, destacando la fragilidad de los sistemas financieros nacionales que no se ha visto compensada por flujos de inversión extranjera en 2015. “Los inversores extranjeros en Renta Fija han sido menos activos. La emisión de bonos internacionales, que en 2014 alcanzó los 140.000 millones de dólares, se redujo hasta los 90.000 millones al final del primer cuatrimestre de 2016, aun así cuatro veces más que en niveles pre-crisis”, indica Zoido. A pesar de que el grueso de estas emisiones se originan en el sector privado, sobre todo por empresas de energía y banca, debe hacerse notar que las grandes ausentes de esta financiación son las empresas más pequeñas. “A cambio, la banca comercial concentra gran parte de los activos del sistema financiero”, señala, recordando que los activos de los cinco bancos principales de la región superan el 70% de la cartera total de activos, según la CEPAL. Financiación alternativa A su juicio, los países de la región deben mejorar en el uso de servicios de financiación más tradicionales el “leasing” o el “factoring”. “Este último, por ejemplo, no llega al 2% del total de fuentes de financiamiento de las PYMES. Tampoco el capital riesgo ha logrado penetrar en la región adecuadamente”, advierte. Y así también considera que las Bolsas deben jugar un papel crucial en este contexto. El presidente de BME recuerda que el tamaño de los mercados latinoamericanos en relación con el PIB se ha visto notablemente reducido: “La media está en el 44% al cierre de 2015. Impulsar su liquidez es también importante. La relación entre su contratación y su tamaño se sitúa en el 23% frente al 32% de las emergentes. En definitiva, los mercados de valores iberoamericanos cuentan con gran espacio para crecer, con el objetivo claro de permitir que sus empresas se financien”, indica. “Aun aceptando la premisa de que el acceso al mercado bursátil es más difícil cuanto menor es la compañía, si las grandes empresas de la región pudieran usar el mecanismo de la ampliación de capital bursátil con mayor intensidad, liberarían al menos recursos crediticios que los bancos podrían destinar a empresas más pequeñas”, explica Zoido. Un mercado desconocido El presidente de BME critica además la falta de conocimiento sobre las empresas más pequeñas de la región, al igual que “la ignorancia de muchos inversores europeos sobre las empresas de América Latina, con un posicionamiento en las mismas muy inferior al que correspondería por el tamaño económico de la región”. Luchar contra este desconocimiento es uno de los objetivos que persigue este Foro Latibex, que este año celebra su decimoctava edición, reuniendo a más de 30 de las mayores empresas de Iberoamérica y España, con más de 250 inversores, analistas e intermediarios de toda Europa para que durante dos días profundicen en las perspectivas de sus negocios en América Latina.