Lo cierto es que la primera sesión de agosto apuntaba a un tono bastante más negativo, especialmente conscientes los inversores de la mayor volatilidad que suele rodear a las sesiones de estos días de época estival. Además, Europa amanecía con nuevos datos procedentes de China, indicando que la actividad industrial del país se ha frenado […]
Dirigentes Digital
| 03 ago 2015
Lo cierto es que la primera sesión de agosto apuntaba a un tono bastante más negativo, especialmente conscientes los inversores de la mayor volatilidad que suele rodear a las sesiones de estos días de época estival. Además, Europa amanecía con nuevos datos procedentes de China, indicando que la actividad industrial del país se ha frenado bruscamente, hasta mínimos de dos años. De hecho, los parqués locales han vuelto a registrar hoy números rojos.
Sin embargo, toda la atención del mercado estaba puesta en la reapertura de la Bolsa de Atenas, que, con limitaciones, a reabierto hoy sus puertas a los inversores. Pero lo que han hecho estos es más bien coger la puerta de salida. El desplome ha llegado a alcanzar el 23% al inicio de las negociaciones, una cifra que se ha reducido al 16% al cierre, con los bancos liderando las caídas del principal indicador de la Bolsa local.
Las incertidumbres volvieron a presentarse el viernes en los parqués globales después de que el primer ministro, Alexis Tsipras, decidiese convocar un congreso extraordinario de su partido en septiembre para tratar de "devolver al redil" a las facciones más izquierdistas y más frustradas por el reciente principio de acuerdo para un tercer rescate alcanzado con los acreedores.
"Esto podría acabar en la celebración de elecciones adelantadas antes de fin de año y arroja nuevas incertidumbres sobre la capacidad del Gobierno de Grecia de implementar un plan que saque a la economía griega de la grave crisis que atraviesa", señalan desde Link Securities.
A pesar de la prudencia, los inversores cuentan con el respaldo de la avalancha de resultados empresariales que comenzó la pasada semana. Con las cuentas sobre la mesa, parece que en ese ámbito el mercado puede estar más tranquilo. Solo ha habido dos sorpresas realmente negativas en lo que a evolución bursátil se refiere. Por un lado, OHL, que volció a caer más de un 1% tras perder el viernes un 12% al anunciar una próxima ampliación de capital de 1.000 millones de euros.
Los mismos pasos que la constructora ha seguido hoy Abengoa, con un desplome del 30% en su cotización tras anunciar otra ampliación de capital por 650 millones de euros.
A pesar de ello, el selectivo español ha resistitdo toda la sesión en números verdes, gracias en parte al buen dato de PMI manufacturero de la Zona Euro, que ha batido las expectativas del mercado al situarse en 52,4 puntos frente a los 52,2 puntos esperados por el consenso de analistas.
Francisco Sánchez-Matamoros, analista de XTB, insiste en que esta semana debe servir para que los inversores empiecen a digerir los resultados de los últimos días. "Con un Ibex 35 por encima de los 11.000 puntos, apostaríamos por un rebote, en el que deberían de pesar más los buenos fundamentales empresariales", indica el experto. Sin embargo, considera que "la falta de liquidez del mercado seguramente haga que éste no tenga fuerza suficiente para superar los 11.300 puntos".
A su juicio, los niveles actuales siguen siendo muy atractivos en un mercado que permanecerá pendiente de los datos de empleo americanos del próximo jueves y "que debieran darnos una pista definitiva de cara a la ya anunciada subida de tipos por parte de la Fed".
Mientras, el mercado sigue mirando con preocupación la evolución de los precios del petróleo, que hoy volvían a desplomarse hasta rozar mínimos anuales. De hecho, el Brent se sitúa ya en 50,35 dólares el barril, desde los 51,55 dólares del comienzo de la sesión. Hace solo un año la cifra rondaba los 104,8 dólares, tras haber llegado a superar los 115 dólares a mediados de junio.